Nada por aquí, nada por allá

Omar Lafluf
Ahora que no pasa nada, hay que ponerse a temblar. En este pasquín andamos todos con el culo a cuatro manos cuando vemos las noticias. Nada, no pasa nada: humo, convención, humo, alguna violación a menores, humo, un robo pequeño, humo, Uribarny inaugura un pararrayos en Crucecita Séptima, humo, los municipales van a terminar la secundaria para que el barrendero pueda citar Aristóteles cuando te asalta con la tarjeta navideña, humo, humo, humo. No pasa nada. Es un lugar común, pero espantosamente cierto cuando se trata de los medios: la calma precede a la tormenta. Si no hay noticias fuertes, en el patio de alguna casa con quincho, en estos momentos, se está cocinando una nueva traición al destino ya de por sí bruto y mediocre de los entrerrianos. Preste especial atención a los medios los próximos días. Lea Ámbito Financiero. Desconfíe. Clave de la semana: cuide sus palabras.
I. La política es ciega
Después que los convencionales entrerrianos se decidieran a quitar la limitación que pesa sobre los afectados con discapacidad “física o mental” para ocupar cargos públicos o legislativos, el famoso bailarín ciego de Tinelli, Serafín Subiri, anunció que se presentará en las próximas elecciones para gobernador de Entre Ríos. “No conozco la provincia”, dijo Subiri, “pero me contaron que cualquiera que hace llorar a Tinelli tiene allí grandes posibilidades”. La cantante local Evangelina Rebossio, por su parte, salió al cruce del español y dijo que “Subiri baila como el culo” y que debería “volverse cuanto antes a su propia tierra”. Como se sabe, el nombre de la cantante no vidente de Villaguay, pionera en hacer llorar a Tinelli, circuló como posible candidata a vice de Uribarny, cuando el actual gobernador estaba muy interesado en parece una buena persona, y ya no decía que el diputado Mainez era un “discapacitado mental para ocupar una banca”.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)