La agrupación Impakto Juvenil cumplió cuatro años

“Terremoto” y una actitud de corazón

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798

C. C.

Con 24 años, Gustavo Terremoto Desantiago está decidido a encarar las adversidades que le depara impulsar a la agrupación Impakto Juvenil, la cual lidera desde hace cuatro años, acompañado de su familia y un grupo de amigos (unas 12 personas en total). Frontal, práctico, con sentido común, lleva adelante esta ONG con Personería Jurídica y que ya tiene con su tarea solidaria una importante inserción en barrios como Paraná XVI, Pirola, Gaucho Rivero y sectores como La Pasarela (Barrio Belgrano) y Antártida Argentina (Volcadero).

Una variada lista de problemáticas representan los chicos que en Impakto Juvenil encuentran momentos de esparcimiento y contención: espectáculos infantiles, facturas con chocolate, actividades al aire libre, viajes, visitas al cine en forma gratuita, acciones ecológicas, juegos, celebraciones de fiestas patrias que incluyen meriendas, “hamburgueseadas”, entre otras tantas propuestas. Chicos con síndrome de down, otros que son no-videntes, huérfanos, otros que han sido abusados sexualmente, e incluso chicos con padres presos, muestran la otra cara de esta ciudad que habitualmente no se mira a los ojos. Es una tarea ardua y por momentos incomprendida la de Terremoto, que va y viene en busca de subsidios tanto provinciales como municipales, otras veces en busca de la gentileza de comercios o empresas que aportan para concretar sus iniciativas.

“Uno de mis objetivos era postularme para presidir la Comisión Vecinal de mi barrio, pensando que así sería más fácil ampliar la tarea solidaria. La experiencia poco a poco me fue enseñando que no es necesario, que se puede por otros caminos; además ahora no estamos en un solo barrio. De todas formas no descarto la posibilidad de postularme”, explicó en diálogo con ANALISIS el joven Desantiago, que es popularmente conocido por su sobrenombre, Terremoto.

“Algunas de nuestras últimas actividades significaron momentos muy emotivos. Con el Mago Alakamán y el Payaso Papa Frita estuvimos en la Villa 351 (la del Puente de Avenida de las Américas); con Papa Frita también estuvimos haciendo un festival para los chicos en la entrada de la barriada del Volcadero; en el Barrio Paraná XVI en un festejo similar, se sumó el Aéro Club Paraná, que desde una avioneta tiraba golosinas para los chicos. O cuando Micaela, una de las chiquitas que ayudamos (y que es socia honoraria), participó del mural que se realizó en el Tercer Concurso Sobre Derechos Humanos, organizado en diciembre pasado en La Vieja Usina”, contó Desantiago.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

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