Dudosos biocombustibles

Silvio Méndez
Luego de que el gobierno provincial anunciara el destino de fondos para tres emprendimientos de elaboración de biocombustibles, la Fundación ecologista M’Biguá envió un pedido de informe al Ejecutivo para que dé cuenta sobre las características y alcance del proyecto oficial Bio Entre Ríos. Los ambientalistas pretenden discernir de qué se trata el programa, ya que no aclara el impacto ambiental que tendría. En este sentido apuntan a las ambigüedades de promover tanto el reciclado de aceites de todo tipo como la elaboración primaria a gran escala a partir de granos de oleaginosas. Sobre este último modo, advierten sobre consecuencias que implicarían la ampliación de la frontera agrícola para tal fin, la pérdida de monte nativo y humedales vitales para los sensibles ecosistemas.
El Poder Ejecutivo provincial anunció el lanzamiento efectivo del proyecto Bio Entre Ríos a partir de otorgar fondos para tres emprendimientos de producción de biocombustibles. Se trata de 250.000 pesos para una planta a base del prensado de oleaginosas no tradicionales en Chajarí, 100.000 pesos para otra basada en el reciclado de aceites vegetales usados en la ciudad de Colón y un tercer aporte no especificado para una factoría en la Dirección Provincial de Vialidad.
Los subsidios se dieron mediante convenios de contraprestaciones para poder utilizar estos modelos en otras comunas. La noticia que parece despertar el interés y optimismo por la búsqueda de energías alternativas, no hace más que llamar la atención por las ambigüedades, definiciones poco claras y anuncios que no dan cuenta de los alcances, consecuencias y escenarios posibles que plantean este tipo de producciones.
Sobre todo en un escenario nacional e internacional donde se debate sobre la especulación financiera en torno a los alimentos, los granos y el petróleo y una redefinición de la división internacional del trabajo que asigna a los países periféricos la producción de semillas. En nuestro caso particular, la tan mentada soja, materia prima que se perfila como central para la elaboración de este tipo de gasolinas y que probadamente ha llevado al monocultivo, con altos costos que atentan al equilibrio de la vida y el medio ambiente.
En relación con estas incógnitas, la Fundación M’Biguá, Ciudadanía y Justicia Ambiental presentó un pedido de informes al gobierno provincial para tratar de dilucidar los alcances de la medida de promoción. En diálogo con ANALISIS, el asesor legal de la entidad, Diego Rodríguez, explicó las intenciones de la solicitud y brindó detalles sobre el panorama en el que se inscriben este tipo de iniciativas.
-¿Qué escenario se dibuja con el impulso de los biocombustibles?
-Lo que M’Biguá viene viendo con cierta preocupación es un desarrollo muy rápido de todas las tecnologías aplicadas a lo que mal se llama biocombustibles. En Argentina no sólo hay un impulsos regional, como es lo que sucede en Entre Ríos, Santa Fe en la zona de Rosario, sino que hay un impulso muy fuerte a nivel nacional con el dictado de la ley de promoción de biocombustible y posteriormente la promoción del bioetanol, sino que además hay un desarrollo de políticas e incisivos a nivel latinoamericano y específicamente en el Mercosur. A partir del 2007 se logra un acuerdo sobre biocombustibles que está orientado muy fuertemente al etanol –producto de la caña de azúcar– y al combustible derivado de soja. El problema que vemos es que si bien se apunta en el caso brasilero al etanol, no se hace una distinción de las fuentes de las cuales surgen los biocombustibles. Los hay de distintas fuentes y de distinta generación. La ley nuestra, por ejemplo, iguala al biogás, al biodiesel y al bioetanol. Y la forma de producción de esos combustibles y los resultados que tienen en cuanto a energía ocupada para producirlos y energía obtenida en biocombustible son muy distintos, sobre todo en cuanto a la fuente de la cual surgen estos productos. En la ley argentina, al igualar la fuente de producción, lo que estamos previendo es que podría llegar o se da un escenario posible para una expansión del biocombustible derivado de la soja.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)