Veinte años después

Antonio Tardelli
¿Constituyen los foros públicos en los que se analiza el anteproyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual un ámbito propicio para enriquecer la iniciativa? ¿O son simplemente una coqueta puesta en escena dirigida a adornar una acción gubernamental llamada a desatar polémicas? El tiempo lo dirá. Como fuere, salvando las distancias, la discusión pública en torno de la comunicación en alguna medida remite a los días en que, hace ya más de dos décadas, se debatía sobre educación en el ámbito del Congreso Pedagógico Nacional. No es un paralelismo arbitrario: la revisión de la Ley de Radiodifusión está llegando –qué duda cabe–, por lo menos, 20 años después de lo debido.
Aquella instancia de debate nacional, el Congreso Pedagógico, no resultó bien en virtud de que cierta torpeza política, expresada en indiferencia o en subestimación de los obstáculos a sortear, permitió que grupos minoritarios impusieran sus puntos de vista o frustraran la preeminencia de los actores más dinámicos. Frente a la instancia actual, ante la posibilidad de diseñar un nuevo esquema mediático, los sectores que se reivindican como progresistas podrían revisar aquel antecedente.
La referencia es pertinente para los dirigentes opositores, que sumergidos en una lógica de suma cero pretenden capturar dos votos con una negativa cerrada y mezquina que no atiende razones. Así como un eventual respaldo al proyecto oficial debe ser el resultado de la discusión, y no su punto de partida, su rechazo sólo puede ser producto de un análisis detenido y responsable. Es inconcebible que sea una postura a priori. En el foro que se realizó el lunes en Paraná brillaron por su ausencia los legisladores no peronistas. ¿Por qué regalan ese espacio?
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)