¿Qué se vota votando al justicialismo?

Antonio Tardelli
La Resolución 125 alteró drásticamente las ubicaciones políticas. Debido a la torpeza de algunos protagonistas del conflicto, principalmente los representantes oficiales, el eje quedó incorrectamente trazado y los bandos se integraron de un modo no necesariamente determinado por valoraciones ideológicas: los intereses más urgentes se lo devoraron todo. El enfrentamiento delineó un escenario político de características binarias. Se estaba a favor o en contra del gobierno; se estaba a favor o en contra del campo. Heredero de aquella tormenta, el actual panorama electoral pone en escena a un Frente Justicialista Entrerriano (FJE) difícil de caracterizar. ¿Son sus candidatos abiertamente oficialistas? ¿Son moderadamente críticos del gobierno nacional? ¿Son kirchneristas? ¿Son reutemannistas? ¿Representan alguna otra variante del multifacético peronismo? Es una cuestión de importancia. De por medio está el sentido del pronunciamiento popular.
El senador Carlos Reutemann acaba de negar que haya vuelta atrás en su alejamiento del núcleo gobernante. El ex piloto de Fórmula 1 desmintió cualquier clase de pacto y dejó en claro que no hay acuerdo posible. Es una definición trascendente también para el distrito Entre Ríos. Alineado con el ex gobernador santafesino, aspirante a suceder a Néstor Kirchner en la titularidad del Partido Justicialista, Jorge Busti le viene imprimiendo su sello a las labores proselitistas. El presidente de la Cámara de Diputados opera como un virtual jefe de campaña y hasta exige un mayor protagonismo a los funcionarios del gobernador Sergio Urribarri. En su momento Busti se hizo ver en las manifestaciones ruralistas y construyó un espacio común con Reutemann y el mandatario cordobés Juan Schiaretti.
La toma de distancia de Reutemann incluyó su apartamiento de la bancada oficialista y la constitución de un bloque propio. Desde una provincia que presenta un panorama electoral aún más complejo, Schiaretti anunció una estrategia parecida. Una secuencia lógica concluiría en que, dispuestos a transitar un camino compartido con sus colegas de la Región Centro, los legisladores justicialistas entrerrianos terminarán también haciendo rancho aparte. Estarían en su derecho. Ocurre que los electores merecen conocer qué actitud adoptarán sus representantes. ¿Cómo será el comportamiento de los peronistas de Entre Ríos que en diciembre aterricen en el Congreso? ¿Serán oficialistas? ¿Serán críticos? ¿Serán disidentes? ¿Serán opositores?
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)