Los negocios del funcionario

Daniel Enz
El funcionario no es nuevo en el Estado provincial. Hace un buen tiempo que conoce al dedillo cada vericueto administrativo. En los últimos 20 años pasó por la Fiscalía de Estado –en la primera administración de Jorge Busti-; luego fue al IOSPER y terminó como asesor del entonces ministro de Gobierno, Justicia y Educación, Sergio Urribarri, actual gobernador. Pero el contador Mario Gustavo Graglia sintió que tocaba el cielo con las manos con su designación al frente de la Unidad Ejecutora Provincial (UEP), a poco de iniciado el actual gobierno, donde se manejan fondos públicos nacionales e internacionales -para la concreción de diferentes obras-, como así también un interesante presupuesto provincial.
Desde el momento que asumió, sumó al organismo a familiares directos (su suegra y su yerno, por ejemplo); ordenó contratos a empleados jerárquicos que están en otras áreas y nunca pasaron por la UEP; hay personas que en horario de trabajo se las puede observar atendiendo sus negocios comerciales privados; viáticos que muchas veces aparecen con hora de salida pero casi nunca de llegada. No dudó en gastar 140 mil pesos para la refacción de las nuevas oficinas de la UEP en calle 9 de Julio –abonando a tres personas diferentes por un mismo trabajo- o pagar 23 mil pesos para el traslado de los equipos de aire acondicionado.
Primero los amigos
En el 2008, Graglia logró que Sergio Urribarri le firme el decreto 4057, por el cual se autorizó a la Coordinación General de la UEP a invertir hasta la suma de 1.500.000 pesos para solventar las erogaciones derivadas de anteproyectos y proyectos ejecutivos de obras que se ejecuten en la provincia, con la intervención del organismo. La normativa, firmada el 31 de julio de ese año, indicaba en sus considerandos que con su concreción se hacía lugar al planteo de Graglia de “la celeridad que debe imprimirse a estas gestiones” para el avance de los trabajos de construcción, especialmente escuelas.
Según pudo saber ANALISIS, cuando se le consultó sobre el tema a la Fiscalía de Estado, su titular, Julio Rodríguez Signes, no se manifestó en contra del decreto, pero sugirió que para las contrataciones de profesionales existiera una licitación pública. Pero a Graglia no le importó y siguió adelante con su cometido.
Los más conocedores sobre los movimientos internos en la UEP no dudan en responder cuando se les consulta: “Graglia armó el esquema con el arquitecto Martín Ruiz, cuando era coordinador del Promeba (Programa de Mejoramiento de Barrios, que financia el Banco Interamericano de Desarrollo) y la coordinadora ejecutiva de la UEP, Claudia Benavento”, se indicó.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)