UP 6: Tráfico de droga u homicidios constituye el grueso de las faltas que cometen las mujeres

El delito femenino: entre la vulnerabilidad y la separación de los hijos

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901

Aixa Boeykens

A esa hora de la mañana el sol se cuela por la cortina con motivos infantiles. Hay una cuna. Hay pañales y algunos muñecos de peluche. También algunas fotos familiares. Hay una madre de pelo largo ondulado y una bebé de cuatro meses que lleva nombre gitano. Ese cuarto podría ser igual a cualquier otro de una mamá con su hija. Sin embargo, en el patio, los símbolos resultan inequívocos. Sobre la pared, los alambres de púa brillan. Las policías vigilan y, en el pasillo, un guardia varón con un arma larga sostenida en sus brazos, va y viene, va y viene. ¿Conseguirá la costumbre borrar esa presencia intimidante?

La Unidad Penal Número 6 Concepción Arenal de Paraná (UP6) es la única cárcel femenina con que cuenta Entre Ríos. A ésta llegan mujeres no sólo de la provincia sino también de Chaco, Misiones, Corrientes –y cada vez más- de países limítrofes como Paraguay, Brasil o Uruguay.

En el pabellón de las madres, la beba lloriquea. Su mamá la amamanta e intenta calmarla. Llegó a la cárcel cuando estaba en el séptimo mes de gestación y tuvo a su hija en el Hospital Materno Infantil San Roque. Según lo establece la Ley 24.660 de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad, la pequeña podrá vivir con la madre hasta los 4 años.

En tanto, sus otros cuatro chicos quedaron a cargo de una tía. Aunque son de Paraná, como viven en un barrio alejado de la cárcel, resulta difícil que se encuentren semanalmente. También -lamenta esta mujer de 37 años- es complicado acompañarlos en su aprendizaje en la escuela y, algo imposible, concurrir a reuniones de padres. Sin posibilidades de trabajar aún, la Asignación Universal por Hijo es indispensable para que los niños tengan asegurada su subsistencia diaria.

“Yo quisiera que me dejen ir con los otros chicos que me necesitan mucho -murmura esta mujer-. Ellos quieren que esté con ellos y me preguntan cuándo voy a salir. Yo les digo que pronto vamos a estar juntos”, relata.
Monocordes, las palabras se prohíben exhibir amargura. Es en cambio en la mirada donde se percibe la angustia. A pesar de que el juez provincial rechazó el pedido, quiere confiar en que el recurso de casación presentado le permitirá obtener la prisión domiciliaria para poder estar junto a sus hijos.

El delito femenino suele tener características particulares. Hasta que hace 10 años la comercialización o transporte de drogas se convirtió en la primera causa de infracciones, los homicidios de pareja se llevaban el primer lugar.

(Más información en la edición gráfica de ANÁLISIS de esta semana)

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