Conceptos y preconceptos

Federico Malvasio
Es necesario que se empiece a tratar el Presupuesto para que el Poder Judicial active su muletilla: la autarquía presupuestaria. Se cae de maduro que el reclamo, de concretarse alguna vez, sería un avance que establecería un paradigma en la administración de justicia. Aunque sobre el tema hay también dudas. Se mencionan otros elementos para mejorar en ese aspecto.
El Presupuesto para el próximo año incrementa el monto en un poco más de 4 millones respecto al que se está ejecutando. Esto es: hubo 216.066.000 pesos para 2010 y para el período que viene, si no hay cambios en el Senado, se presupuestarán 320.615.000 pesos.
El monto otorgado se divide en dos grandes grupos. Por un lado erogaciones corrientes, que es lo asignado para el funcionamiento de la Justicia -desde el gasto en papel y computadoras hasta el salario de los magistrados y empleados-. En este caso, de los 320.615.000, 302.664.000 se van en el funcionamiento de los Tribunales de la provincia. Para las erogaciones de capital (básicamente infraestructura) se destintaron 17.951.000 pesos.
El Presupuesto para el 2011 establece una planta permanente de 2.035 personas, incluyendo los nueve vocales y los 30 del Tribunal Electoral.
Por ley, el presidente del Superior Tribunal de Justicia (STJ) puede modificar la planta permanente de cargos y la cantidad de personal temporario, siempre que no requiera de transferencias compensatorias que incrementen los totales de cantidades establecidas. Este artículo introducido en el proyecto de ley suele caer en letra muerta. Con la educación se pone como tope el 8 por ciento del Presupuesto para suplencias y en los últimos años no se cumplió.
Un debate tapado
La semana pasada, una vez que tomó estado parlamentario el proyecto de Ley del Presupuesto, la presidenta del STJ, Leonor Pañeda, fue la voz del eterno reclamo: la autarquía presupuestaria. “Si contamos con autonomía presupuestaria y fijamos nuestras políticas de prioridades, podremos racionalizar y fortalecer el Poder Judicial, lo que implica una calidad institucional en todo sentido”, apuntó. Nada nuevo.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)