Cómo sigue funcionando en Paraná el negocio de la droga, con los mismos jefes de siempre

De coroneles y soldados

Edición
1003

D.E.

Está visto que nada ni nadie los detiene. Ni siquiera el miedo generado en algunos sectores del narcotráfico en Rosario, con el fuerte desembarco de fuerzas de seguridad de la Nación, para combatir el flagelo y disponer detenciones casi masivas. Pueden existir condenas o medidas judiciales, pero el negocio de la droga nunca se cortará, porque están organizados y preparados para cualquier contingencia conflictiva. Algunos pueden desarrollarlo desde la prisión domiciliaria en su casa; otros, desde cualquier cárcel de Entre Ríos y más aún si existe una medida que determine su traslado a su lugar de origen, en Paraná.

Un relevamiento de ANÁLISIS permitió determinar que las estructuras siguen intactas. Mueven cifras millonarias -con la distribución de marihuana o cocaína-, disponen de pequeños “ejércitos” de soldaditos de entre 12 y 18 años y no dejan de hacer inversiones, para demostrar su poderío económico, aunque todo el tiempo sostengan que viven humildemente y de pequeños negocios de venta de ropas o meras golosinas a los escolares del barrio.

(Más información en la edición gráfica número 1003 de ANALISIS del jueves 5 de junio de 2014)

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