Museo del Tango

Un patrimonio que merecía ser rescatado

Edición
1004

P.J.C.

De Julio Lewitt se puede afirmar que es un artista múltiple por naturaleza: pintor, poeta, músico, poseedor de la misma luz, armonía, vibración y sustancia pictórica que su tío londinense, el famoso pintor y poeta Jan Lewitt. Es imposible clasificar dentro de alguna tendencia su obra. Él es como un luthier que crea su propio instrumento. Prepara sus telas para obtener los efectos que requiere. En la biografía que figura en uno de sus blogs se afirma que “la teoría de J. Elliot acerca de la relación entre todas las artes concuerda en las obras de Julio Lewitt, incluyendo libros artesanales”. Artista moderno pero interesado por el drama humano como tema y meta de sus trabajos.

Don Julio tenía su Museo del Tango en su casa de calle San Juan 267. A esa especie de templo que recuerda a los grandes cultores del género le dedicaba gran cantidad de horas. Parte de su propia historia está ligada a la de esa música. De hecho, sus pinturas detienen momentos, letras, músicos, poetas que provienen de esos compases que marcaron todo una época y nos representa en gran medida en el mundo. Allí guardaba noticias, partituras que contabilizó y suman 800, algunos artículos, publicaciones y catálogos, libros de tango, fotografías. Pero rescata, más que nada, anécdotas de las que sólo puede tener alguien que ha sido testigo de muchos episodios y que ha seguido desde muy cerca los pormenores de ese mundo.

Si bien desde joven se dedicó a la pintura, recién en 1995 se inició en la tarea de trabajar la temática del tango. Entre sus trabajos se puede encontrar uno dedicado a una de sus obras más importantes que creó y produjo Ben Molar: el histórico “14 con el Tango”, que incluyó a 42 personalidades reconocidas en el mundo de la literatura, la música y la pintura, como Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato, Florencio Escardó, Aníbal Troilo, Juan D’Arienzo, Astor Piazzolla, Raúl Soldi, Raquel Forner y Carlos Cañás. También dedica otros a canciones como Oro y plata o Fuelle, donde retrata a Manzi y Charlo o aquel clásico llamado Pan. Pero también pintó cuadros que son protagonizados por las figuras de Libertad Lamarque, Eladia Blázquez, Mercedes Simona, Canaro, Cadícamo. Tiene en su haber publicaciones de “El Chamuyo”, de la Academia del Tango, pero también conserva fotografías que fue reuniendo, como aquella que exhibe de Hugo del Carril con Cantinflas en México, Jorge Dragone con Mariano Mores, Piazzolla, Troilo, Charlo.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS del jueves 19 de junio de 2014)

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