Diez preguntas: Pedro Guastavino

“Hay que aferrarse a las convicciones y luchar por ellas”

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1017

Soledad Comisso

—¿Cómo fue estudiar en la facultad en plena dictadura?
—Me fui a estudiar Derecho, en La Plata, en el año 1972. Estuve en la Universidad hasta 1974, cuando empezaron a ponerse complicadas las cosas en el país. Yo ya venía con una militancia en la Juventud Peronista desde que estaba en el secundario. Luego, con el golpe militar, me volví a Gualeguaychú, después a Paraná y más tarde a Santa Fe. Ahí fui detenido con mi compañera de ese entonces, la actual diputada nacional Liliana Ríos.

—Después de esos años que estuvo detenido, ¿cómo fue reincorporarse a su vida nuevamente?
—Hubo todo una tarea de adaptación y también hubo muchas manos solidarias que nos ayudaron, no sólo a mí, sino a mi compañera también; que nos permitieron volver a trabajar enseguida. Ahí comenzamos esa etapa de reinserción en la sociedad. Posteriormente vino toda la militancia política con la vuelta de la democracia.

—¿Nunca pensó en volver a la Universidad y terminar la carrera?
—La verdad es que quise terminar la carrera, pero después de esos seis años de cárcel tuve que recomponer mi vida y la situación era otra. Tuve que ganarme la vida y fueron pasando los años y cada vez tenía menos tiempo para estudiar abogacía. Además tampoco había tantas oportunidades como tienen hoy los jóvenes para estudiar. Fueron pasando los años y con la llegada de los hijos se fue haciendo cada vez más difícil.

—¿Su militancia comenzó desde muy joven?
—Ya en la secundaria militaba, porque en mi familia siempre se habló de peronismo. Mi padre fue diputado provincial durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón y también fue presidente de la Cámara de Diputados. La política fue un tema de conversación cotidiana en el seno familiar, por lo cual la militancia, de alguna forma, siempre formó parte de mi vida.

—Fue diputado provincial y ahora es senador nacional, ¿cómo definiría ambas experiencias?
—Fueron actividades diferentes, porque los contextos políticos eran diferentes. Yo fui diputado provincial cuando esa tarea estuvo signada en un marco de crisis y además en ese momento era parte de la oposición. Ahora la Senaduría es distinta y además tiene otra jerarquía. Es también una tarea que uno asumió con mucha responsabilidad y compromiso. Fui presidente de la Comisión de Legislación General del Senado y hoy soy parte de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales, por lo tanto, por mis manos han pasado proyectos muy importantes para el país. Es verdad que también tuve que estudiar mucho, porque al no ser abogado ni profesional, tengo ciertas desventajas, pero con mucho esfuerzo fui aprendiendo y es algo que me ha servido mucho

(Mas información en la edición gráfica de ANALISIS del 26 de marzo de 2015).

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