Las chicas de Echagüe realizaron una gran actuación en la Liga Argentina de Voleibol

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1018

Álvaro Moreyra

Muchas veces no salir campeón también significa serlo, por más ambiguo que esto suene. Lamentablemente en un país tan exitista como el nuestro, no jugar una final y ganarla, roza la decepción, por no decir que se considera un rotundo fracaso.

De todas formas hay excepciones y de las buenas. No ser el mejor a veces significa serlo, porque codearse con los mejores también de alguna manera lo es. Por más extraño que suene, es así y existen muchos ejemplos, sobre todo en aquellos deportes que no son considerados masivos (y amateurs) en la Argentina, pero que cada vez que salen a competir con los mejores dejan una buena imagen. Algo similar ocurre con algunos clubes y por esta parte del país existen muchos ejemplos en diferentes disciplinas.

Sin ir más lejos, la última actuación del Atlético Echagüe Club en la reciente Liga Argentina de Voleibol Femenina podría encuadrarse tranquilamente en lo expresado más arriba. Un equipo totalmente amateur, con jugadoras de la institución, más un puñado de refuerzos de diferentes clubes de la capital entrerriana, se dio el lujo de ubicarse entre los ocho mejores equipos del país y pelearle palmo a palmo a instituciones que son altamente profesionales y que cuentan con un presupuesto por demás elevado.

Si de números se trata, el plantel del AEC los tenía solamente para la movilidad; después, el plantel en su totalidad jugó por amor a la camiseta o a la disciplina. Con eso solamente le alcanzó para batallar con equipos hiper profesionales como Boca Juniors, a la postre campeón; San Lorenzo de Almagro, que se armó para campeonar; Gimnasia y Esgrima La Plata, que siempre está en los primeros planos de las competiciones u Olimpo de Bahía Blanca, Estudiantes de La Plata, y tantas otras instituciones que decidieron apostar más allá del fútbol profesional, reforzar sus equipos de vóley y formar parte de la Liga Nacional Femenina que con el correr de los años va tomando el vigor de la masculina y que cada fin de semana entrega un programa de partidos que nada tiene que envidiarle a la poderosa competición de los varones.

(Más información en la edición gráfica número 1018 de ANALISIS del 9 de abril de 2015)

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