El reportaje impertinente: Sergio Rinaldi

“Miro al sur con mucha nostalgia “

Edición
1030

Claudia Martínez
Especial para ANÁLISIS

No fue difícil concertar una nota con él. Es materia dispuesta para charlar e intercambiar opiniones y es capaz, aún agotado, de hacer una nota desde Nueva York para contar su vida en Estados Unidos.

Sergio Rinaldi es hermano de Santiago, de Susana y de Alicia. Todos personas reconocidas por su trabajo en la comunidad a la que pertenecen. Y todos, indefectiblemente, parecidos hasta en el color de su voz. Unidos casi por la misma pasión, comparten muchas veces aire y trabajo.

Cuenta la historia que Sergio se formó en LT 10 y en LT 14, y por estos lados se lo recuerda con mucho cariño y afecto comoChirola. Enérgico, cálido, la curiosidad y las ganas de aprender lo llevaron a México, Miami, Guatemala y muchos países más.

El año 1999 fue el elegido para irse de Argentina, de Paraná, de sus afectos, de su LT 14 querida, que lo tenía como uno de sus locutores comerciales predilectos. Aún lo recuerdan a Chirola. Y él recuerda el medio que lo vio crecer profesionalmente.

—¿Cuánto hace que estás en Estados Unidos?
—Llegué en el año 1999 a Miami. Llegar ahí no fue fácil. A pesar de que el idioma en la Unión Americana es el inglés, en Miami, por la gran comunidad cubana, se habla español, así que no tuve demasiados problemas.

—¿En qué trabajaste primero?
—Lo primero que hice en Miami fue ayudando en una compañía que reparaban techos o bien hacía los techos nuevos. Y ése fue el primer trabajo con el que pude sostenerme y ganarme la vida. Estuve dos años y medio, y luego empecé a buscar trabajo en los medios de comunicación, como comunicador que soy. Recorrí varias estaciones de radio, algunas cadenas de televisión, hasta que estuve en Radio Caracol de Miami y luego en una radio cien por ciento cubana. Ahí pude desarrollar más mis capacidades. Miami no es fácil. En esa época era la comunidad cubana la que lideraba todos los estratos sociales y además sí todas las profesiones laborales. Poco a poco conocí gente y aún tengo contacto con ellos. La verdad agradezco a Dios por haber conocido a esa gente, haber encontrado a estos amigos.

—¿Qué te llevo a irte de Paraná?
—No era la primera vez que salía de la Argentina. Antes de llegar a Estados Unidos viví en Méjico aproximadamente unos cuatro años, tratando de abrir puertas y logrando alguna posición importante. Luego volví a Argentina. Después, por una invitación del gobierno guatemalteco, en algún momento viajé a ese país. Viví en Guatemala como libretista de un par de documentales y ahí salió la posibilidad de irme a los Estados Unidos.

(Más información en la edición gráfica número 1030 de ANALISIS correspondiente al 8 de octubre de 2015)

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