Benvenuto, secuestro extorsivo y las deudas de una investigación

El misterio de una desaparición

Edición
1072

D.E.

Pocos le encuentran alguna explicación. ni siquiera a los más avezados investigadores policiales les cierra la historia sobre su desaparición, el 27 de octubre. Precisamente porque existen demasiados puntos oscuros. algunos dudan de la hipótesis de un secuestro extorsivo -tal como se está investigando en el ámbito de la justicia federal- y otros exigen que se investigue al entorno familiar, puesto que el empresario tenía una marcada distancia con sus dos hijos varones, consecuencia de errores reiterados, pero también desprolijidades en los negocios, que determinaron millonarias pérdidas para la firma y que le costaron más de un dolor de cabeza y cierta desazón por lo ocurrido.

Sucede que el empresario de Gualeguay, Omar Benvenuto, no había recibido advertencia alguna sobre tal o cual situación de inseguridad, de la que debía prestar atención. Ni siquiera consideraba importante trasladar a los integrantes de su custodia de la provincia de Buenos Aires hacia Gualeguay, cada vez que iba a visitar a su madre de más de 90 años. Hasta se daba el lujo de dejar guardado en la cochera de su empresa gualeya Improcil SA uno de los cuatro automóviles de alta gama, totalmente blindados, con los que se movía todas las semanas en Capital Federal o Gran Buenos Aires. “Sabía que podía correr algún riesgo, por el hecho de ser un hombre millonario, pero nunca le preocupó demasiado tampoco; no se sentía un perseguido y casi todo el tiempo andaba sin seguridad, pese a que la tenía”, se indicó a ANALISIS.

Su preocupación, de alguna manera comenzó después de un episodio de hace ya varios años, de su ex esposa, marta susana albarracín, que terminó con un balazo en la pierna. Con la mujer acordó una separación de hecho y actualmente ella reside en Punta del Este.

El hombre de negocios es considerado uno de los más acaudalados de Gualeguay, la ciudad que lo vio crecer hasta los primeros años de su adolescencia, porque cuando tenía no más de 15 partió a Buenos Aires, para empezar a relacionarse con el comercio de sifones y luego con las cargas de gas en cilindros. Eso derivó en el desembarco en su poblado, en plena crisis del 2002, donde consiguió el predio de la vieja cooperativa eléctrica para instalarse con Improcil, con una exención impositiva por 15 años y le dio trabajo a más de 120 personas. El mismo se puso al frente de la firma, pero también le dio participación a su hijo gonzalo y a su yerno Jorge Rodolfo Sandrini, esposo de su hija Carolina Benvenuto. Los dos, diez años después, pasaron a integrar junto con el empresario Benvenuto, otra sociedad que crearon, denominada Concepción Group sa, vinculada al negocio forestal.

(más información en la edición gráfica número 1072 de la revista ANALISIS del jueves 7 de diciembre de 2017)

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