Las observaciones al ex juez de Familia, Gustavo Piquet, propuesto como defensor multifueros en Federación

Las impugnaciones al desempeño como juez

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1077

Natalia Buiatti

Gustavo Piquet fue juez interino de Familia en Gualeguay desde 2012 hasta 2016, alrededor de cuatro años. Tal vez, esa sea la experiencia más importante de su carrera judicial. En el Juzgado de Familia de aquella ciudad, condujo causas dolorosas que marcaron el destino de niños alojados en residencias de menores y fueron adoptados o no; o llevó adelante legajos judiciales que perfilaron la vida de personas con padecimientos mentales.

En sus manos, Piquet tuvo adopciones de niños que fueron apartados de su seno familiar original, porque nadie de allí pudo protegerlos y cuidarlos de los daños más aberrantes. Son esos mismos niños que, cuando la Justicia los sacó de su grupo familiar primario para protegerlos, los internó -por ejemplo- en la Residencia Socioeducativa San José, donde fue directora la propia esposa de Piquet, Ana Crespi.

Es decir, Ana Crespi fue la persona que dirigió la vida de las niñas internadas en el Hogar San José de Gualeguay y, a la vez, esposa del juez de Familia con competencia penal de menores que llevaba adelante las causas de adopción de esas niñas. ¿Nadie advirtió, al menos, una falta ética en esa situación?

Ana Crespi tuvo una causa por presuntos abusos a menores en el año 2015 que fue rápidamente cerrada en la Fiscalía de Gualeguay. Ese legajo contaba con prueba, el ofrecimiento de testimoniales que nunca se tomaron y cámaras gesell que resultaron no concluyentes con la denuncia original. Mientras la investigación estuvo abierta -alrededor de un mes- y se realizaron las cámaras gesell, Crespi siguió siendo directora de la Residencia. Es decir que continuó manteniendo el contacto con las supuestas víctimas y testigos ofrecidos en la pesquisa judicial, no fue apartada de su cargo -como hubiese correspondido para realizar la investigación-. Todo sucedió mientras Piquet era juez de Familia.

La Asociación Red Alerta que conduce Silvina Calveyra, quiso presentarse como querellante en esa causa que condujo el entonces fiscal Ignacio Telenta por supuestos abusos, pero no pudo porque la pesquisa estaba concluida y archivada. Era una decisión tomada.

Después del episodio, Crespi tomó licencia por maternidad en la Dirección de la Residencia Socioeducativa San José y ya no volvió a ese cargo. El sillón de juez de Familia de Gualeguay, en tanto, salió a concurso y Piquet se presentó como postulante en su localidad, en Chajarí y en Paraná.

El puntaje del Consejo y las quejas

Cuando el Consejo de la Magistratura evaluó los antecedentes académicos y técnicos de los postulantes para titularizar en varios juzgados de Familia, Niños, Niñas y Adolescentes, Piquet impugnó la resolución del órgano colegiado.

(Más información en la edición gráfica número 1077 de la revista ANALISIS del jueves 10 de mayo de 2018)

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