Aquel tiempo de hoy: Una manera de ver el mundo

Sentado en el living de su casa -y sin querer queriendo-, Clavenzani nos va llevando por un sinfín de mundos posibles. En diálogo con esta cronista, va y viene entre los detalles técnicos de una obra que viaja a través del tiempo y la creación del hombre; y los vaivenes filosóficos de una vida personal dedicada al arte y al teatro en particular. Pareciera que Aquel tiempo de hoy es un planeta lleno de espejos de diferentes colores y tamaños, donde el personaje principal irremediablemente debe verse en el pasado, el presente y el futuro “el pasado para poder abrazarnos en él -y entender algunas cosas que suceden hoy- y poder mirarnos en el espejo sin fondo del futuro”,relata Rubén y puntualiza que esta es una obra que “tiene varias personalidades -como dice Oliverio Girondo en un poema-: ‘yo no tengo esa personalidad, soy un conglomerado de personalidades’. Desde mi personaje, genero una pelea tremenda entre ellas.” Con una sensibilidad innata, Clavenzani nos confía “Aquel tiempo de hoy”: un viaje en tren, una manera de verse en el espejo del mundo, una intimidad consigo mismo.
- En 2013 se estrenó oficialmente Aquel tiempo de hoy. Después de cinco años vuelve a escena en Paraná ¿Por qué?
El 8 de junio de 2013 la estrenamos en el Círculo Médico con las expectativas de hacer dos funciones. Era un hermoso auditorio con 220 butacas, que hoy es una pena que no esté. Hicimos las dos funciones y quedó mucha gente afuera. Después hicimos 7 funciones y realmente siempre reconozco y agradezco al público de Paraná semejante apoyo. Luego agregamos 3 presentaciones en el Teatro 3 de febrero en la Sala Mayor. También hicimos una en el Centro de Jubilados de la Provincia; fueron en total 13 funciones. Hay público que no la ha visto así que volvemos a la Sala Mayor de nuestro querido Teatro el 28 de septiembre a las 21.
- ¿De qué trata Aquel tiempo de hoy?
Aquel tiempo de hoy, narra la historia de un viaje en tren que hace Julián, el personaje central de la obra. Transita distintos periodos, el pasado el presente y el futuro. El pasado para poder abrazarnos en él -y entender algunas cosas que suceden hoy- y poder mirarnos en el espejo sin fondo del futuro. Este viaje transita por la matriz de una mujer, por un bebé que nace, por la historia rápida de este ser, que después en la muerte pasa a ser un puñado de átomos y estos átomos se distribuyen. Pasa por los egipcios, los griegos, los romanos, para decir: estas comunidades existieron, fueron imperios poderosos y cayeron. Pasa por la conquista y “colonización” de América; ese choque de culturas que se produjo con los Aztecas, Mayas e Incas. Todo esto para entender un poco lo que es la humanidad que siempre padeció y disfrutó desde el ser dominador y el ser dominado. Partimos del cine: los hermanos Lumiere en 1895; pues en Argentina se proyectaban películas hechas por argentinos en 1986. Hay un pasaje por lo que significó la radio; por los robos de los inventos también, quién patenta, quien ejerce. Qué pasó con el telégrafo, con el teléfono, qué pasó con Meucci cuando dijo que la palabra puede circular por cables. Todo eso empezó a revolucionar y parecía que el mundo se terminaba ¿No? Por lo rápido de la evolución. Las grandes cuestiones que tuvieron que ver con el advenimiento de regímenesautoritarios como el nazismo, que generó el éxodo de grandes pensadores como AlbertEinstein y sus discípulos quienes fueron recibidos con los brazos abiertos en Estados Unidos. Y aquí está el acento, en el ordenamiento después de lo que significó Hiroshima y Nagasaki; lo que significó Hollywood para el mundo y para Estadios Unidos y su crecimiento como imperio. Todo esto que digo de manera caótica en la obra, también se presenta de manera caótica.
(Más información en la edición gráfica número 1086 de la revista ANALISIS del jueves 27 de septiembre de 2018)