La disputa por el uso de agrotóxicos en una Caja de Pandora

Fumigaciones en las puertas de las urnas

Edición
1095

Silvio Méndez

El rector de la Escuela de Educación Agrotécnica Las Delicias aclara una y otra vez que son respetuosos de la Justicia. Afirma que es imperiosa una regulación, poner un coto a la aplicación de fumigaciones en torno a los establecimientos educativos. Y también que es necesaria una transición hacia la producción agroecológica, que con los tiempos y recursos que demanda, se podría alcanzar. Sostiene además que debe ser materia obligatoria de los insumos con los cuales deben contar los estudiantes, los futuros productores del campo entrerriano que allí se forman. Pero en el mientras tanto, José Luis Sandoval y el personal profesional de la institución se preguntan desde dónde tomar la distancia para cumplir con el fallo de la Justicia que establece una prohibición en el uso de agrotóxicos en un radio de 1.000 metros en caso realizarse de forma terrestre y 3.000 si es aérea.

Sandoval cuenta a ANÁLISIS que la distinción no es menor. Que si bien en el caso de la mayoría de las 795 escuelas rurales de la provincia la longitud entre el edificio escolar y el campo contiguo suele ser de pocos metros, en Las Delicias –así como las agrotécnicas más grandes– este metraje es diferente. Concretamente plantea que en la escuela situada en Villa Gobernador Etchevehere, en el departamento Paraná, si se midiese la restricción desde los contornos de la propiedad –que incluye terrenos donde producen pasturas para su tambo–, el impedimento para utilizar agroquímicos podría irse a más de 6.000 metros del edificio escolar. Como consecuencia, respetando el amparo ambiental y teniendo menores rindes en los cultivos, el impacto para la escuela termina siendo de unos 1.200 litros de leche diarios menos y la merma de los ingresos monetarios que ello significa. Sandoval resalta que en la institución a su cargo siempre llevaron adelante las denominadas “buenas práctica agrícolas; aunque a algunos no le gusta la palabra”, y que es prioridad el resguardo de las cerca de 300 personas que circulan diariamente en la escuela, entre estudiantes, docentes y personal. La realidad sería otra, dice, si la prohibición a las fumigaciones se tomara desde el casco edilicio. Señala que, de todos modos, el punto desde dónde cuantificar el área restringida no está determinado en el fallo judicial que lo establece.

(más información en la edición gráfica número 1095 de la revista ANALISIS del viernes 3 de mayo de 2019)

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