¿Nadie va a fundar el banco que la Constitución ordena fundar?

Antonio Tardelli
Así, once años después y pese a que buena parte de la dirigencia dice abjurar de las políticas privatistas, permanece intacto el esquema de vinculación con el mundo de las finanzas que los programas de ajuste estructural de los noventa asignaron a los gobiernos de provincia: sus dirigentes son rehenes, cuando no socios, de los banqueros particulares que hacen un pingüe negocio cobrando los impuestos y abonando las retribuciones del sector público, labor que perfectamente podría emprender el Estado añadiendo a las tareas propias del agente financiero la posibilidad de intervenir con perspectiva social en un mercado de créditos concentrado hoy en gran proporción en la banca privada. Transcurridos casi tres períodos constitucionales los gobernantes han hecho caso omiso de la manda constitucional y con ello han cristalizado el statu quo.
Poco y nada dicen al respecto los núcleos que se declaran reformistas. Las fuerzas productivas también se han adaptado al cuadro de situación heredado del neoliberalismo peronista de los noventa. Los sectores sindicales, incluidos los directamente vinculados al sector público, ni se ocupan del tema. El Grupo Petersen, propiedad de la familia Esquenazi, es dueño también de los bancos de Santa Cruz, San Juan y Santa Fe. Petersen se ha convertido en un sujeto político silencioso de la política regional y su papel de actor gravitante es aceptado con la naturalidad de lo dado. Se beneficia con la resignación y el quietismo del sistema político de Entre Ríos.
En este punto, donde la inacción no es sino la manifestación de la falta de voluntad, las estructuras diseñadas por el neoliberalismo permanecen vigentes pese a que el poder constituido grita a los vientos, con el empeño de los simuladores, que detesta las orientaciones que dejan todo librado a las fuerzas del mercado. Se cacarea heterodoxia: siempre queda bien y lava culpas del pasado. Pero –debe recordarse a propósito de una omisión tan flagrante– mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar.
(más información en la edición gráfica número 1095 de la revista ANALISIS del viernes 3 de mayo de 2019)