El Diario, un botín de inmuebles ocultos

Tras despedir a más de 80 trabajadores en 2018, la editora de El Diario, SA Entre Ríos, ingresó en un interminable concurso de acreedores que se tramita en el Juzgado Civil y Comercial Nº 9, a cargo de Ángel Luis Moia. Luego de algunos intentos fallidos por enderezar el rumbo, en el expediente se abrió una instancia para el rescate a la cual se presentó un solo interesado: Difutec SA, un fondo de capitales rosarinos con vínculos en medios de comunicación. Para realizar una oferta por las acciones que evite la quiebra, se realizó una valuación oficial de bienes, lo que trajo aparejado abrir una caja de sorpresas. En el informe al que accedió ANÁLISIS quedó en evidencia que tan sólo en inmuebles, el patrimonio empresarial triplica todas las deudas contraídas en décadas de desmanejo. También que a nombre de la sociedad figuran propiedades fantasmas que usufructuaban algunos de sus socios.
Silvio Méndez
El centenario matutino de Paraná transita, quizás, sus últimos días como medio de comunicación. El Diario se encuentra desde hace tiempo en una paulatina caída producto de la brutal mutación del modelo de negocios de la prensa que, entre otras variables, fundamentalmente no fue acompañada por una gestión inteligente de sus activos. Hoy, su oficina comercial y su redacción vacías, con un puñado de empleados que realizan sus labores home office, son la cáscara de lo que alguna vez fue. Ayer marcaba la agenda de discusión pública; hoy es una nuez podrida. Que haya casi fenecido como medio no llame al engaño y se desestime su valor patrimonial. Prueba de esto surge de los detalles del concurso de acreedores que solicitó la empresa hace más de seis años y medio.
Entre los movimientos más significativos de este procedimiento de crisis, se conoce que Difutec SA, una firma de capitales rosarinos, pretende comprar la quiebra de SA Entre Ríos (SAER), tal como se denomina la editora de El Diario de Paraná. Para esto, los inversores efectuaron recientemente una sugestiva presentación a la Justicia. En un escrito al juez del concurso de acreedores, Ángel Moia, solicitaron que sean incorporados la totalidad de bienes a nombre de SAER para estimar correctamente su valor y así hacer una oferta concreta para quedarse con su patrimonio. La representante legal del fondo de capitales planteó que en el millonario inventario de inmuebles registrados como parte de la sociedad anónima se encuentran algunos sobre los cuales no ejerce su tenencia, ya que estuvieron ocultos para el lucro particular de alguno de sus socios. De este modo deduce que la base con la cual se fijó el valor de las acciones de la firma se encuentra distorsionado. Difutec pidió así que, “de forma inmediata”, se libren mandamientos para que “el apoderado de la concursada” tome “posesión efectiva de los inmuebles” a saber: Un campo en Mojones Norte, otro en Pueblo El Carmen, una finca rural en Alcaraz Primero y la vivienda de Los Vascos Nº 875 de Paraná en el Parque Urquiza de Paraná. Si Difutec cierra la operación, adquiere activos que superan tres veces y medio la totalidad de las deudas.
La ecuación resulta a partir del informe presentado a fines de julio de este año por el perito valuador oficial designado, José María González. De acuerdo a lo precisado en el documento conocido por ANÁLISIS, SAER posee un patrimonio en inmuebles estimado en $1.641.920.091 (aproximadamente U$S 1,3 millones). El balance de inventario fue presentado a Moia como instancia para poder determinar el valor de las acciones de la empresa que permitan ponerle un precio y que los interesados al comprarla eviten su quiebra.
(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1154, del día 22 de septiembre de 2024)