El Reportaje Impertinente

“Hay inocentes que están presos”

Edición
1157

Claudio Berón estudio abogacía en cuatro años. Criado en uno de los barrios más populares de Paraná, se hizo reconocido por ser el defensor del quien lideraba la barra brava de Patronato: Gustavo Petaco Barrientos. En la charla con ANÁLISIS explica por qué le gusta defender.

Por Claudia Martínez

Las largas esperas en los pasillos de tribunales son el lugar ideal para conocer historias. Quien alguna vez circuló por allí, se encontrará con miradas huidizas, manos esposadas, rostros llorosos o duros. Los abogados forman parte de esa especia de fauna que pinta un paisaje a veces doloroso, y en otros pasos, los artífices del comienzo de una nueva historia.

Claudio Berón, es uno de esos profesionales que se ocupa en persona de todos los que defiende. De hecho, a la hora de presentarse dice “Defensor-Penales” como marcando el camino de aquello que es su especialidad y gusto.

Abocado a casos reconocidos y clientes no menos que eso, Berón fue quien defendió a quien conoció en la infancia y se transformó en uno de los personajes más conocidos por la policía: Gustavo Petaco Barrientos. Jefe de la barra brava de Patronato, Barrientos fue asesinado en una emboscada en su casa de Colonia Ensayo, el 18 de febrero de 2023, muerte que aún no fue esclarecida.

Berón nació en Paraná, tiene 41 años que cumplió el 18 de marzo y parte de su vida transcurrió en uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad, más conocido por los hechos de violencia que por cualquier otra cosa.

“Yo me crié en Paraná 14 calle de por medio del barrio municipal. Siempre me llamó la atención lo que era el derecho penal. Ahí convivía todo el tiempo con hechos delictivos. Cuando era chico siempre leía el diario y lo primero que buscaba era policiales y a la hora de leer siempre buscaba literatura policíaca”, cuenta a la hora de definir de alguna manera su vocación.

Fanático del futbol, hincha de Boca, se dedicó al futbol profesional en el Club Paraná, Jugó al Argentino B, muchos regionales hasta que con un amigo instalaron un emprendimiento para instalar alarmas y cámaras de seguridad, luego de haber estudiado Administración de redes e informática.

Hasta que, a los 30 años, se planteó empezar la carrera de Derecho, la que terminó en 4 años.

“Y me acuerdo que lo hablé con mi Laura, que es mi esposa hoy, era mi novia, y... Le planteé que quería estudiar. Que me gustó siempre abogacía. Me la hizo muy corta. Me dijo,” si vas a estudiar, sí. Si va a boludear, no. No a perder el tiempo”, cuenta. Y así fue

Se casaron, hicieron su casa, y carrera la encaró con gusto.

“Ingresé, la hice con seriedad. Y, por suerte, me fue bien. Nunca salí mal en ningún examen ahí.  El fútbol y el derecho que son mis dos pasiones, digamos. A full. Y, bueno, me recibí a los 14 años”, agrega.

- ¿Vos vivías en Paraná XIV o en el Municipal?

- No, yo vivía en la esquina de Paraná XIV Facundo Quiroga y Churruarín. Cruzaba una calle y estaba en el Barrio Municipal. O sea que generalmente mi infancia y mi adolescencia era entre mi casa y el Barrio Municipal. Y tengo muchos conocidos, amigos en los dos barrios.

- ¿Qué pasaba en tu barrio en esa época?

 -Si bien creo que se ha mermado un poco lo que era el Barrio Municipal en su época. Años 2000, 2000 y pico. Que hubo muchos hechos delictivos. Había enfrentamientos entre bandos. Hubo varios homicidios. Incluso hubo una granada que también se tiró. Recuerdo que yo tenía 18 o 19 años. Y, bueno, me llamaba la atención. Obviamente mis viejos siempre poniéndome los límites para que no nos desviemos. Obviamente es muy importante la educación que te den. Algunos de los del barrio terminaron detenidos, presos. Y otros, lamentablemente, fallecieron.

(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1157, del día 19 de diciembre de 2024)

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