columna semanal

En el mundo del deportes más convocante del mundo se produce algo muy llamativo: la creatividad muchas veces es efectiva individualmente, pero contraproducente en lo colectivo. La creatividad es propiedad de todos, solo se debe tener los contextos adecuados para que surja.

Hoy, en este contexto de títulos o memes se mezcla todo, juego con deporte, formación con profesionalismo, capacidades condicionales con lo técnico, lo estratégico con lo táctico etc.  Y está bien claro que no todo es lo mismo.

El fútbol en su estructura reglamentaria es el mismo, pero muta de formas según la idiosincrasia, lugar donde se practica y la jerarquía de quienes lo ejecutan.

La palabra mística es un término que se usa mucha en la jerga del deportes más convocante en el mundo. El concepto tiene su lugar en el inconsciente colectivo del hincha, periodistas, directores técnicos y jugadores.

La praxiología motriz se conoce como la ciencia de la acción motriz, especialmente de las condiciones, modos de funcionamiento y de los resultados de la puesta en obra de ésta. El fútbol como juego es incertidumbre, variabilidad, relaciones y praxiología.

Conocer es el conjunto de información que se tiene respecto de algo, mientras que saber es el conjunto de habilidades aprendidas respecto de algo. Conocer implica investigación mientras que saber implica experiencia, percepción, contacto con algo.

El Bicho hizo un repaso del fin de semana futbolero e hizo foco en el gran presente de la Academia, que marcha puntero del Grupo A, y del partido que tendrá ante el Rojinegro el miércoles, en el Grella. “El fútbol es impensado y todos los partidos son distintos”, añadió.

Los entrenadores y los jugadores deben convivir con la incertidumbre del juego. De igual forma, hoy big data, GPS, software de video análisis, drones etc. ya forman parte del día a día.

Para los entrenadores hay dos lados bien definidos: el A, donde trabaja y lleva adelante la planificación que, tal vez, desde hace tiempo tiene en la cabeza, y el B, donde paso todo lo contrario y muchas veces pasa mucho tiempo sin trabajar.

Cuesta entender que  el futbolista es un ser  humano y no puede haber disociación de eso. El futbolista tiene temores, angustias, deseos, sueños y familia también tiene familia como todos nosotros algo que también se olvida.