
Una parte del Hipódromo Almafuerte, una institución con más de 80 años, irá a remate: el juez Roberto Parajón, titular del Juzgado de Primera Instancia Civil y Comercial número 8, fijó la fecha para el miércoles 1º de marzo, a las 11.30, con una base de 28.364,48 pesos. Lo que sale a subasta es una parcela de 2.546 metros cuadrados que da a calle Artigas al 400, uno de los laterales de la tradicional pista hípica de Paraná. Esta es la segunda vez que el Hipódromo atraviesa un proceso de este tipo.
Ya en febrero de 2005 el juez Mario Quinteros había resuelto la subasta de ese mismo terreno, aunque las gestiones que realizaron distintos sectores, entre ellos el sindicato que agrupa a los empleados del Jockey Club, lograron frenar el remate. Pero la causa judicial, una demanda por ejecución de hipoteca que data del año 2000 y que inició el Banco de Entre Ríos, se mantuvo sin resolución, y un año después se reflotó.
Claudio Princich, gerente del Jockey designado por la intervención judicial, las chances de frenar esa subasta son remotas por cuanto eso implicaría disponer de una inversión económica que la institución, con un pasivo de seis millones de pesos, no puede asumir. Aunque el remate dejará al Hipódromo en una situación complicada: el terreno que sale a la venta compromete la pista hípica ya que “toca cinco centímetros”, con lo cual será necesario rediseñarla. Y ese rediseño no puede esperar mucho: el 5 de marzo, cuatro días después de la fecha estipulada para la subasta, está prevista una carrera.
El Jockey Club, una institución que nació a la vida de Paraná en 1922, ingresó hace más de dos años en un complicado proceso judicial que derivó en la quiebra. Desde junio de 2003 está intervenido por la Justicia, aunque desde entonces hasta ahora no ha podido llegar a un acuerdo con sus acreedores por un pasivo de seis millones de pesos: entre otros, están la Administración Federal de Ingresos Públicos, los organismos recaudadores de la provincia y la Municipalidad y los empleados.
Y ese pasivo ha sido precisamente el escollo que le ha impedido a la intervención judicial encontrar una salida al Hipódromo, evitando así el horizonte más inquietante: el remate total del predio de 22 hectáreas que se extiende sobre la avenida Almafuerte, y que según tasaciones de mercado está valuado en aproximadamente 22 millones de pesos.
“Nosotros seguimos administrando en el marco de la quiebra, y trabajando normalmente. De todas formas, salir de este proceso no es sencillo porque tenemos un pasivo muy abultado. Y si bien se manejaron alternativas de solución todavía no se ha concretado nada”, planteó Princich a El Diario.
Aunque no es la primera pista hípica que tuvo la ciudad, el Hipódromo Almafuerte forma ya parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad. Se fundó en 1922 para organizar torneos hípicos por el impulso de un grupo de ciudadanos aficionados a la actividad y entre sus primeros presidentes se destacó el doctor Luis L. Etchevehere. La primera pista fue autorizada a funcionar el 17 de febrero de 1886 y su gestor fue Eduardo Fernández. Se ubicaba en un terreno situado en las actuales Avenida Ramírez y Fraternidad.
Pero esa primera pista tuvo una vida efímera. El que más prosperó en el tiempo fue el Hipódromo Almafuerte, aunque en los últimos años la actividad no fue tan rentable como otrora e hizo ingresar a la institución en un período de zozobra, con varios intentos de subasta total del predio. Incluso, en la Municipalidad de Paraná se comenzó a barajar la posibilidad de terminar con algo que se rotula como una “barrera urbana” que imposibilita la conexión vial entre los sectores noreste y sudoeste de la ciudad.
La iniciativa se trabajó en el área que conduce Atilio Laurini, Planeamiento y Diseño Urbano, y consiste en darle un uso alternativo a la actual zona del Hipódromo: aprovechar las tribunas para conformar un mini estadio municipal, y la construcción de piletas de natación. Además, está la voluntad de dar continuidad a algunas calles, como el caso de 3 de Febrero y División Los Andes, atravesando el predio del Hipódromo. Además, se trataría de realizar una extensión desde Almafuerte hasta Maciá, en su intersección con División Los Andes, donde finaliza el predio del hipódromo, constituyendo un desvío de la avenida que permitiría tomar Maciá-Racedo y acceder al área central de la ciudad evitando Cinco Esquinas.