
Carlos Negro Aguirre: entre la música, los proyectos y la soberanía alimentaria. Foto: Ivo Betti
En tiempos de virtualidades y espectáculos vía streaming, personalidades del ambiente cultural entrerriano que transitan habitualmente universos creativos, a su vez invitan a elaborar una reflexión intima en torno a diversas realidades cotidianas más allá del quehacer artístico. Tal es el caso del compositor, pianista y arreglador entrerriano Carlos Negro Aguirre, "considerado uno de los creadores más originales de la actual música argentina de raíz folclórica". En la nota, el músico comparte el estado de sus proyectos recientes en épocas de cuarentena, asimismo reflexiona sobre "nuestro estar en el mundo y los patrones de consumo con respecto a la alimentación", con la esperanza de que "de este proceso muy terrible para la humanidad salgamos otro estadío de conciencia".
El Negro Aguirre es “Gestor de una obra nacida al abrigo del folclore como marca identitaria, lo entiende no como un pensamiento anquilosado, sino como una expresión dinámica, amplia y cambiante. Sus composiciones abarcan desde la canción hasta un profundo desarrollo de la música instrumental, con una atmósfera camarística, una exquisitez técnica propia de la formación clásica y recursos provenientes de músicas populares como el jazz y los sonidos de Latinoamérica”, indica su parte de su biografía publicada en redes.
En tal sentido, el programa radial “A Quien Corresponda”, Radio de La Plaza 94.7 se comunicó con el músico que compartió su visión acerca de estos momentos de cuarentena y mencionó entre otras cosas los proyectos que lleva delante.
“Al comienzo de la cuarentena veníamos trabajando muy intensamente con el Quinteto de Guitarras cerrando el repertorio de lo que sería nuestro primer trabajo discográfico. Por otra parte también veníamos trabajando intensamente en la mezcla y masterización de un disco que hemos grabado a dúo con Yotam Silverstein, que es un guitarrista israelí radicado en Nueva York con composiciones de ambos, que quedó un poco parado pero igual lo seguimos trabajando vía internet, no con la misma intensidad; y por otro lado un trabajo que yo iniciaba con una escultora japonesa”, dijo el artista.
Asimismo el músico agregó que “me quedé aprovechando a hacer muchas cosas pendientes, revisión por ejemplo de todas las partituras de un disco que se llama “Caminos”, un disco de piano solo que grabé en 2006, estoy haciendo todo ese trabajo que era algo que en realidad nunca encontraba un espacio dentro de mis dinámicas de viaje y ensayos; así que en un punto también yo he aprovechado este espacio temporal para ponerme al día con algunas cosas, viejas incluso”.
El audio completo con Aguirre acá:
Biografía del artista
Tras haber compartido prolíficas obras musicales como pianista junto a artistas como Lucho González, Luis Salinas, Quique Sinesi y Silvia Iriondo, entre otros, Carlos Aguirre comenzó a vincularse con la canción a través de su labor como arreglador de cantantes argentinos, peruanos y chilenos. De esta relación con la música cantada y la literatura surgieron canciones que quedaron registradas en tres discos con su grupo, trabajos que tienen como característica una minuciosa elaboración de impronta artesanal y un exquisito sonido camarístico. En ese contexto, su relación con el eximio guitarrista entrerriano Eduardo Isaac le aportó el lenguaje universal del instrumento y, desde esa experiencia, escribió obras para las seis cuerdas y la recientemente estrenada “Escenas paranaenses’’, una suite para guitarra, percusión y orquesta.
Como pianista, editó el disco “Caminos” (2007, Shagrada Medra), de piano solo, donde plasmó gran parte de su formación camarística, sin dejar de lado el color folklórico latinoamericano.
La composición lo ha llevado a explorar distintas formaciones para liberar su música, entre las cuales se cuentan dúos con Jorge Fandermole, Juan Quintero, Francesca Ancarola y Hugo Fattoruso, entre otros.
“Para mí la música es resultado de un pensamiento. Y el pensamiento se construye con un montón de patas que arman los conceptos que uno sintetiza en lo que hace -expresa Aguirre-. Mi música es la lectura de un lugar, pero es la traducción de un mundo interior, que está atravesado por un montón de cosas, por la realidad más cercana, por realidades distantes y por un buen porcentaje de fantasía. Si uno piensa en un mundo ideal, en el mundo que uno quisiera habitar, y lo trabaja, va dando lugar a la gestación de un paisaje interno frondoso. Ese paisaje es el que vas trabajando a medida que desarrollás un trabajo creativo como componer una canción, una música. Por eso para mí es muy grato alimentar mi mundo con el mundo de otros creadores, con quienes disfruto y crezco en cada encuentro’’.