
Alberto Pulga Ríos fue uno de los mejores jugadores que entregó Paraná al fútbol nacional.
de ANÁLISIS
Las primeras horas de este jueves sorprendieron con la muerte de una de las glorias del fútbol paranaense: Alberto Ríos. La Pulga pasó por Atlético Paraná, Patronato, Unión, Colón, Vélez y Toluca de México y en casi todos los clubes dejó una huella.
Los restos de la Pulga Ríos, o Cachamai (como lo conocían en Vélez Sársfield por su andar cansino), serán velados de 8 a 15, en Sasfer, y posteriormente serán trasladados al Cementerio de Oro Verde.
La Pulga Ríos integró el histórico plantel de Patronato en 1978, cuando el equipo de la capital entrerriana disputó el Torneo Regional que lo llevó al Campeonato Nacional de ese mismo año. Pero antes conformó el mediocampo de Colón de Santa Fe, que ascendió a Segunda División en 1964 y a Primera en 1965, y se dio el gusto de dar la primera vuelta olímpica de Vélez Sarsfield en Primera División, allá por 1968, donde supo compartir plantel con Carlos Bianchi, Ermindo Onega y Daniel Willington, entre otros.
El mediocampista que se inició en Atlético Paraná y luego tuvo un paso con la camiseta de Cañadita Central de Seguí en Paraná Campaña, también tuvo un paso por México en el Deportivo Toluca.
Como ocurre muchas veces por estos lados, lamentablemente en los equipos de su ciudad natal no se lo reconoció como lo que fue: una leyenda del deporte más convocante en la Argentina. Solamente en Vélez lo valoraron como un héroe y muy seguido se lo hacía saber con reconocimientos en el Estadio José Pepe Amalfitani.
Así informó Graciela, su esposa, la partida de la Pulga Ríos: