
El Presidente Mauricio Macri se reunió ayer con parte de su gabinete para analizar la crisis económica y financiera.
El titular del Banco Central, Guido Sandleris, podría utilizar un esquema similar al que usó Federico Sturzenegger hace poco más de un año, cuando en medio de una corrida contra el peso -estaba en 26 pesos- y unos días antes de firmar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), logró fijar el valor de la divisa norteamericana con una oferta diaria de cinco mil millones de dólares. La medida, que duró 20 días, fue efectiva.
En este contexto de fragilidad y volatilidad, en el que el Gobierno avanza día a día sin otro objetivo que calmar a los mercados, la posibilidad de lograr algunos días de tranquilidad cambiaria, son fundamentales para salir de la emergencia y empezar a trabajar en la estrategia electoral para octubre.
“Vamos a poner toda la carne al asador desde el lunes. Seremos mucho más agresivos”, adelantaron fuentes oficiales, según publicó el diario La Nación.
Mientras se profundiza la crisis económica, el Gobierno parece no encontrar respuestas. El último miércoles, el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, presentó una batería de medidas, que incluyeron la extensión de los vencimientos para las Lecap, LETE, Lecer y Lelink, el comienzo de una negociación de la deuda de más mediano plazo (diez años) con bancos extranjeros, la renegociación de los vencimientos con el FMI y el anuncio de que enviará al Congreso -llegará al Parlamento pasado mañana- un proyecto de ley que difiere los pagos de la deuda.
Nada de esto funcionó. Los 1.279 millones de dólares que el Banco Central vendió en la semana no fueron suficientes para contener al dólar; en los últimos cinco días el mayorista subió 4,36 pesos y el riesgo país superó los 2.500 puntos. La desconfianza de los mercados tras la derrota electoral en las PASO sigue creciendo.
La decisión de intervenir con mayor fuerza, que confirmaron al diario La Nación fuentes del Gobierno y que no fue desmentida por el Banco Central, se dará después de dos medidas que impulsó el organismo para evitar que la sangría de dólares impacte en los bancos. Así, el Banco Central fijó que las grandes exportadoras no podrán tomar créditos por más de 1.500 millones de pesos. Y, ayer por la tarde, les prohibió a los bancos girar utilidades sin su autorización.
La evaluación que hizo el equipo económico de Lacunza fue que el actual sistema de subastas de dólares no logra recuperar la estabilidad. A algunos, incluso, les hizo recordar el “sistema de goteo” que llevó adelante Sturzenegger a principio de 2018 y que le costó unos diez mil millones de dólares al Banco Central.
Poner la otra mejilla
En paralelo, el Gobierno no responderá las críticas de sus rivales, en especial de Alberto Fernández. Si bien cayeron “muy mal” las declaraciones que el candidato del Frente de Todos hizo a The Wall Street Journal, en las que aseguró que la “Argentina está en un default virtual y escondido” y que “el gobierno de Macri causó un daño similar al que la Argentina sufrió en 2001”, nadie le responderá públicamente.
“No hay nadie en este momento tomando deuda argentina ni nadie que pueda pagarla”, completó el ganador de las primarias. Y responsabilizó a la gestión de Mauricio Macri y al organismo multilateral de crédito por la crisis económica.
Ayer, el encargado de mostrar el camino en ese sentido fue el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
“Son tiempos difíciles y de gran incertidumbre; no son momentos para repartir culpas ni para discursos altisonantes o agraviantes”, dijo el funcionario, quien junto al ministro de Hacienda es uno de los encargados de mantener el diálogo con la oposición. Según Frigerio, las diferencias deben resolverse “siempre a través del diálogo y en una mesa de políticas de encuentro y de consenso. Y agregó: “Nosotros estamos siempre abiertos al diálogo. Son tiempos para llevar calma a los hogares y para que los que tenemos responsabilidades como dirigentes políticos o funcionarios estemos a la altura de las circunstancias”.
Ayer, el presidente Mauricio Macri siguió atentamente el comportamiento del dólar desde Olivos, donde mantuvo reuniones de gestión. Las llamadas y los cruces de mensajes con Lacunza se repitieron a lo largo de todo el día. Por la noche, en un mensaje por Twitter, llamó a la responsabilidad. “Todos podemos ayudar desde la responsabilidad y la prudencia a llevar tranquilidad a los argentinos. Cada uno desde su lugar. Como presidente, es mi única prioridad. Todas mis acciones van en esa dirección, buscando tender puentes y dialogando”, escribió.
En los próximos días, el Gobierno también buscará recuperar la paz cambiaria mostrando un diálogo con la oposición en el Congreso.
“Estamos conversando el proyecto con la oposición”, anticiparon fuentes oficiales. El Gobierno confía en “la responsabilidad” de parte de la oposición para tratar la iniciativa, aunque nadie se anima a anticipar un acuerdo.
Intervención en el tipo de cambio
El senador nacional de Cambiemos, Julio Cobos, dijo ayer que “la situación económica es complicada” y que, si no funcionan las medidas anunciadas por el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, “no habrá más remedio” que intervenir en el tipo de cambio.
“Se necesita prudencia y cautela en lo que decimos los dirigentes y en la toma de decisiones”, indicó Cobos a Radio La Red en referencia a los anuncios formulados por el Gobierno y al contexto electoral antes de los comicios del 27 de octubre.