La herida abierta 40 años después
El desaparecido “como desaparecido es una incógnita, no tiene entidad, no está, ni muerto ni vivo, es un desaparecido”. Estas son las palabras tal vez imposibles de olvidar por su cinismo y por la perversión institucional implicada en la impostura de la voz del Estado Nacional secuestrada por el gobierno de facto el 24 de marzo de 1976. El presidente de aquella junta militar golpista lo aseveró enfáticamente: un desaparecido “es” tal y por lo tanto “no tiene entidad”, es decir: por lo tanto no es.