Sección

Cervilla: “Tengo recuerdos imborrables del ascenso de 2008 con Patronato”

Cervilla

Edgardo Cervilla repasó momentos del recordado ascenso de Patronato al Torneo Argentino A.

Hace 13 años que en Patronato se celebra, y mucho, un ascenso. Es que un 16 de junio de 2008, Patrón quebró una sequía de muchos años de frustraciones, ascendiendo al Torneo Argentino A, de la mano de una camada de jugadores que continuaron triunfando con la misma camiseta.

El autor de aquella epopeya fue Edgardo Cervilla, quién llevó a Patronato a su primer logro y que quedó grabado en la historia grande de la institución: “Ver al Grella lleno de gente como estaba para un torneo como el Argentino B, después de muchos años de frustraciones deportivas, la primera imagen que se me viene a la mente es la imagen de la cancha repleta y desbordante, además de la expectativa en la calle que se hizo sentir”, expresó el DT.

A su vez, remarcó: “Son recuerdos imborrables, la gente, los festejos, la algarabía y la previa a la final y la satisfacción de completar un objetivo que parecía impensado”.

Cuando habló de la parte personal, reconoció: “En lo personal fue el primer peldaño para solidificar mi carrera como entrenador, que tuvo altibajos, pero con un peldaño muy importante con un grande del interior”.

Al continuar con los recuerdos, no dejo pasar la oportunidad de reconocer el valor dirigencial: “No hay que olvidarnos de Tito (Miguel) Hollman que fue el pionero y de Alcides Papaleo, de José Gómez, que fueron los mentores de todo eso”.

Y siguió: “Tito fue un baluarte de la gestión de Patronato para que Patrón esté donde está, porque si no fuera por sus ideologías políticas y métodos, no sé si el club estaría en Primera con los demás dirigentes que lo acompañaron con el correr de los años”.

Dentro del recuerdo, sostuvo que la parte emocional y la confianza fue importante a lo largo de los días y del torneo: “Los días previos a la final fue con mucha expectativa, con una tranquilidad y confianza que nos daban los jugadores con momentos previos. El que te diga que no haya estado nervioso en ese momento peca de mentiroso o haya tenido muchas batallas en el lomo”.

A lo que añadió: “Había mucha confianza por parte del plantel y cuando pasaba eso, a uno se la transmitía y el gol de Cristian (Díaz) lo recuerdo muy bien, un golazo, con un pase largo de (Jorge) Valverde, una pelota que baja de manera excelente (Edgardo) Brittes y que la agarró de lleno Díaz. Jugadores que pasaron por malos momentos deportivos y tuvieron su revancha con sabor a gloria”.

Y enseguida destacó: “Eso es lo que nos queda en el recuerdo, algo imborrable, porque cada vez tiene más valor lo emocional que cualquier otra cosa. Ese torneo fue muy duro, porque hubo grandes equipos y muchos entrenadores de jerarquía y el equipo tuvo altibajos, perdimos un partido impensado con Atenas de Río Cuarto que nos puso en una situación peligrosa, después tuvimos la valentía y el coraje para sobrellevar el partido con Douglas Haig y sacar adelante una final muy difícil con Central Córdoba”.

Por último, subrayó en declaraciones a Mirador Entre Ríos la mejor virtud del equipo: “Fue el grupo, la valentía, el coraje y el hambre de los jugadores, de ver jugar a Víctor Muller con el brazo fracturado, de recordar a José Luis Marzo muchas veces jugando lesionado, Jorge Valverde, entre otros, no me quiero olvidar de ninguno”.

Edición Impresa