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Coronavirus en el país: confirmaron 145 muertes y 21.836 contagios en las últimas 24 horas

De acuerdo al Ministerio de Salud de la Nación, hoy se registraron 21.836 casos y 145 fallecidos vinculados a Covid-19.

De acuerdo al Ministerio de Salud de la Nación, hoy se registraron 21.836 casos y 145 fallecidos vinculados a Covid-19.

El reporte del Ministerio de Salud confirmó 21.836 nuevos contagios en las últimas 24 horas. Con estos registros, suman 8.577.215 casos desde que comenzó la pandemia. Además, se registraron 145 nuevas muertes de pacientes con coronavirus, lo que eleva la cifra de víctimas mortales en el país a 122.584. Del total de muertes reportadas hoy, 77 son hombres y 68 mujeres. La provincia de Buenos Aires fue la que más decesos notificó, con 75 fallecidos. La siguió la provincia de Córdoba con 11.

En cuanto al AMBA, en la provincia de Buenos Aires se detectaron 9.327 contagios y en la Ciudad de Buenos Aires, 2.985 casos positivos.

En el día fueron realizados 60.159 tests y desde el inicio del brote se practicaron 32.985.718 pruebas diagnósticas​ para esta enfermedad.

Hay por el momento 2630 personas internadas en Unidades de Terapia Intensiva: las camas de UTI están ocupadas en un 48,8 por ciento a nivel nacional y en un 45,8 por ciento en el Área Metropolitana de Buenos Aires.

Para el resto del país, los números fueron los siguientes: Catamarca 310 contagios, Chaco 370, Chubut 253, Corrientes 516, Córdoba 1.229, Entre Ríos 505, Formosa 573, Jujuy 108, La Pampa 340, La Rioja 404, Mendoza 438, Misiones 310, Neuquén 342, Río Negro 276, Salta 263, San Juan 187, San Luis 259, Santa Cruz 109, Santa Fe 1.617, Santiago del Estero 90, Tierra del Fuego 81 y Tucumán 944.

Análisis de la actual ola

El promedio de casos diarios de coronavirus se ubicó en los últimos días en alrededor de 45.500, casi un 62 por ciento menos en relación al pico de esta ola impulsada por la variante Ómicron. En tanto, las internaciones en terapia intensiva también comenzaron a descender y los fallecidos se estabilizaron, por lo que especialistas estiman que, de no surgir una nueva variante, se comenzará el ciclo lectivo con un escenario epidemiológico favorable.

“Para el 11 de enero, el promedio de casos diarios tomando en cuenta la fecha de diagnóstico rondaba en los 121.000 y fue el pico de esta ola. Para fin de enero, un período en el cual los datos ya pueden considerarse más o menos consolidados por la demora en la carga, el promedio se ubicó en alrededor de 45.500”, afirmó el contador Martín Barrionuevo en diálogo con la agencia de noticias Télam.

Barrionuevo, quien analiza los datos desde el comienzo de la pandemia, señaló que este descenso se visualiza en cada una de las jurisdicciones: “Hacia fines de enero, en la Provincia y en la Ciudad de Buenos Aires ya había un 56% menos de los casos del pico de estas jurisdicciones, y en Córdoba, un 79% menos”, detalló.

Consultado por Télam, el especialista sostuvo que “analizar la curva en la provincia cordobesa es un buen ejercicio ya que fue la primera en la que Ómicron tuvo impacto; allí lo que se ve es que los fallecidos están bajando al mismo ritmo que los casos diagnosticados pero once días después”.

Otro indicador que Barrionuevo destacó es el descenso de la positividad (porcentaje de positivos sobre test realizados): “Alcanzó niveles cercanos al 80% y en los últimos días bajó del 60%. Esto implica que la disminución de casos no tiene que ver con una reducción en los testeos porque sino, la positividad seguiría aumentando”, explicó.

En relación a cómo continuará la curva, el contador señaló que “es esperable que los casos sigan descendiendo durante febrero; esto pasó en varios países del mundo. Lo que no está claro es que llegue a valores pre Ómicron. Probablemente continuemos un tiempo más con casos mucho más bajos que los actuales pero altos en relación a los que teníamos previo a esta ola pero en una situación mucho más relajada”.

En el mismo sentido, la infectóloga Leda Guzzi sostuvo que “la expectativa es que el descenso se produzca rápidamente y los números están yendo en esa dirección, tanto el número absoluto de casos como el porcentaje de positividad”.

En referencia a cuándo y cuánto descenderán más los casos, Guzzi -quien es integrante de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI)- indicó que “es difícil establecer tiempos precisos porque esto sería hacer futurología; no obstante se estima que podremos tener un comienzo del ciclo escolar más tranquilo y ahí habrá que ver cómo se comporta la curva epidémica luego del inicio de clases”.

La infectóloga explicó que el inicio del ciclo lectivo “es un desafío, no tanto por lo que sucede dentro del fuero escolar ya que en mayor o menor medida se cumplen los protocolos (utilización del barbijo distanciamiento, ventilación), sino por las actividades sociales que se llevan a cabo alrededor de la escolaridad y en general con un menor cumplimiento de los protocolos, pueden facilitar la transmisión”.

En este contexto, Guzzi enfatizó que “hay que destacar la importancia de que niños, niñas y adolescentes se vacunen antes del inicio del ciclo escolar para poder asegurar una mayor continuidad pedagógica presencial”.

E indicó que “también el inicio de las temperaturas más frías supone una mayor utilización de espacios cerrados y menos ventilados y esto implica una potenciación del riesgo. Aquí nuevamente enfatizo la necesidad de que los chicos lleguen con sus calendarios completos de vacunación para disminuir la probabilidad de infección, de transmisión y de suspensión temporal de las actividades presenciales”.

Al hacer un “balance” de esta última ola, la infectóloga sostuvo que “representó un cambio de paradigma de la pandemia con la variante Ómicron a la cabeza, presentándose con un aumento explosivo en el número de casos, pero con formas clínicas mayormente leves a moderadas”.

A futuro -y en base a la experiencia previa-, Guzzi señaló que “nada asegura que la evolución de la pandemia siga esta misma ruta sin la emergencia de nuevas variantes más virulentas. Sin embargo, la situación actual nos permite avizorar un futuro inmediato más tranquilo, con pleno desarrollo de actividades, aunque sin descuidar los protocolos y cuidados”.

“Por otra parte -añadió-, es necesario tener una clara conciencia de que los espacios cerrados son los principales promotores del contagio. Por esto, de cara al inicio de las temperaturas más frías y en el contexto de variantes más contagiosas, va a ser fundamental asegurar espacios bien ventilados, eventualmente el uso de medidores de dióxido de carbono que funcionan como marcadores subrogantes de cuán respirado está el aire y promover todo lo posible las actividades al aire libre; así como el uso de barbijos con buen material y buen ajuste”.

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