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Facundo Müller y sus vivencias como DT en Japón: “Una experiencia increíble, muy linda”

Facundo Müller

Facundo Müller está de vuelta en Paraná y contó sobre su experiencia de dirigir en el baloncesto japonés.

Facundo Müller llegó hace días a la Argentina después de vivir una muy rica experiencia en el básquet de Japón como DT del Veltex Shizuoka, equipo que milita en la Liga B3 de Japón. El entrenador paranaense salió de su zona de confort y tras dirigir durante mucho tiempo en la Liga Nacional, se fue del otro lado del mundo para trabajar durante 7 meses en Japón.

En diálogo con el programa Buenas Noches de Canal Once, el DT contó detalles de lo que fue esta rica experiencia, la que continuará en agosto cuando regresa para su segunda temporada. “Todo empezó en el 2017 cuando fui hacer un reemplazo de Julio Lamas como técnico de la selección de Japón. Julio asumió en el seleccionado pero aún estaba dirigiendo en la Liga Nacional. Entonces buscó un entrenador que lo reemplazara en el inicio de las prácticas en Japón y me seleccionó. Fue ahí que viajé a Tokio y estuve entrenando a la selección durante el primer mes. Si bien mi paso por allá fue corto, quedó un vínculo con los directivos”, contó.

Y siguió: “Me encantó haber estado allá. Si bien regresé a la Argentina sentí que había quedado una puerta abierta para más adelante y trabajar en algún equipo de ese país. En noviembre del año pasado tuve una propuesta y la tomé. Quería vivir la experiencia de trabajar en Japón y se dio”.

—¿Cómo fue tu adaptación a otra cultura?

—Fue todo un tema. Me llevó un trabajo mental muy fuerte poder hacerme entender y conocer a los jugadores. Conocía a los jugadores japoneses que están en la selección, pero en esta oportunidad fui a un equipo de la Tercera División, algo totalmente desconocido. Desde ya fue toda novedad. Desde conocer a los jugadores de mi equipo como así también los jugadores de los rivales. Jugamos 40 partidos en total. Recién entre el partido 30 y 40 me empecé a sentir más cómodo. Fue ahí que ya conocía contra quién íbamos a jugar como también a mis propios jugadores, de qué era lo qué podían hacer y qué no. Todo eso me llevó mucho tiempo de trabajo. Yo venía de dirigir en Argentina, donde llevo años haciéndolo, entonces, el conocimiento es otro, mucho más profundo”.

—¿Y con el idioma?

—Tenía un traductor. Era un japonés que vivió en Buenos Aires durante 15 años. Jugó al fútbol en equipos del Nacional B. En su momento fue entrenador de Juan Esnáider, que allá fue entrenador de un equipo de fútbol. El presidente de mi equipo lo contrató y la verdad que me vino muy bien. Habla perfecto español. Si bien venía del fútbol que no es lo mismo que el básquet, al menos venía del deporte. Eso fue fundamental. Me ayudó mucho para dialogar con los jugadores, con el staff técnico y dirigentes. Era mi mano derecha en hacerme entender todo lo que yo quería decir y confiar en que tradujera tal cual.

Más adelante, el coach se refirió al trato con los jugadores: “No es como el nuestro. Yo traté de abrirme un poco más de lo que soy naturalmente. Antes de las prácticas y después de las prácticas hablaba con ellos, les hacía un chiste intentando romper la barrera que hay entre el jugador y el entrenador. En Japón hay mucho respeto por la jerarquía. Ya sea por el entrenador, por el profesor del colegio, o por los mayores. La edad es todo en Japón. Si una persona mayor está diciendo algo, se lo respeta. No se discute nada lo que dice. Lo mismo con el entrenador. Una indicación es palabra sagrada. Acá en Argentina los jugadores son de charlar con el entrenador y decirles lo que piensan. Entonces, hubo que romper esa distancia y acercarnos. A veces me iba a mi casa y me preguntaba qué estarán pensando ellos de mi y no me sentía cómodo. Fue un trabajo muy intenso en ese sentido porque tenemos modos diferentes de relacionarnos”.

En otro tramo, Müller habló de lo que es vivir en Japón: “A pesar de contar con una población muy grande, Japón es un país muy ordenado. Allá hay 120 millones de habitantes, así y todo sorprende el orden con el que viven. Es un país espectacular, desde todo punto de vista. La gente es muy amable. Cuando te quieren ayudar, hasta que no lo logran no se separan de vos. Es un lugar muy lindo para vivir. La pasé muy bien salvo que estuve esos siete meses sin mi familia. Allá las fronteras están cerradas por el Covid. Est.ar solo me costó, pero vivir en Japón es una experiencia increíble, muy linda”.

En el final, el coach paranaense se refirió a la pandemia que sacude al mundo. Al respecto dijo: “Allá hay pocos casos. Ahora había 2.000 por día siendo que es un país de mucha población. Allá los casos no subieron porque ellos tienen muchos cuidados personales. Ellos son muy obedientes. Nacen así y se crían así. En su familia, en el colegio y en su día a día. No hace falta decirles que se tienen que cuidar, se cuidan solos. Hay mucha responsabilidad individual”.

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