
Luego de la salida del cepo cambiario a mediados del mes pasado y tras el pico de marzo, la inflación retomó un camino de desaceleración que fue celebrado en Casa Rosada. Por debajo de lo esperado por el mercado y con ayuda de menores subas en alimentos, el índice de precios de abril fue de 2,8%.
Los aumentos se habían acelerado en el tercer mes del año hasta un 3,7% -en enero, el índice había sido de 2,2% y en febrero, de 2,4%- gracias al impacto de los valores estacionales (8,4%), entre ellos, la fruta, la verdura y la educación. También por una fuerte alza de la carne. Esta vez, estos precios jugaron a la inversa y fueron los que ayudaron a deprimir el índice de precios (IPC) que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
La inflación núcleo o los llamados “precios libres” –porque no contemplan los valores estacionales ni los regulados- había tenido un alza de 3,2% en marzo pasado.
Con un salto del 2,9% en abril, el rubro “Alimentos y bebidas no alcohólicas” se movió por arriba del índice general y acumuló un +14,6% en los primeros cuatro meses de 2025. En el último año, el aumento llega al +41,4%. En abril, la inflación estuvo impulsada por los rubros:
Restaurantes y hoteles: +4,1%.
Recreación y cultura: +4%
Prendas de vestir y calzado: +3,8%
Alimentos y bebidas: +2,9%