
Ya hay dos sesiones pautadas para la próxima semana en el Congreso, que promete un fin de año de frenesí.
El Presupuesto 2025 volvió a centralizar la agenda del Gobierno, que está minimizando el margen de daño opositor en el cierre de año. Existen dos fechas límites para el Congreso y ambas parecen asfixiantes: el 20 de noviembre es el último día para que un dictamen de comisiones sea elevado para su votación en el recinto, mientras que el 30 del mismo mes finaliza el período de sesiones ordinarias.
El Gobierno sostiene la ambigüedad con respecto a una posible convocatoria a un período de extraordinarias, pero tiene objetivos a corto plazo que no le resultan indiferentes.
Armado de paciencia, Casa Rosada no cedió hasta el momento en ninguna coma en el proyecto de Presupuesto 2025 que presentó Javier Milei en septiembre. Aún así, y con apenas el 15% de la Cámara de Diputados, tiene aseguradas las firmas para dictaminar su redacción: el PRO, la UCR y Encuentro Federal, bajo la influencia de los gobernadores provinciales, acompañarán su estrategia económica a cambio de cesiones que representan más bien obligaciones del Estado nacional, como el pago de la deuda de las cajas previsionales de las provincias, la coparticipación de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) o el envío de las certificaciones para las obras públicas ya iniciadas. Aún así, necesitarán aprobación sin modificaciones en el Senado para tener la sanción en período ordinario, publicó Ámbito.