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Hablemos de las quemas y el humo de las islas a calzón quitado

Por Mario Juárez (*)

Las quemas en islas se siguen sucediendo y no se encuentra a los responsables de un fenómeno que tiene varias aristas que trataremos de desentrañar.

Representan casi un millón de hectáreas en el sur de la provincia y solamente en Victoria se contabilizan más de trescientas mil. Basta imaginar que son el equivalente a 300 mil manzanas de tierra en un territorio agreste prácticamente inhabitado. Si no existieran los incendios sería un territorio con escaso o nulo interés, durante muchos años los tributos que pagaban sus propietarios o arrendatarios fueron exiguos y dentro de este espacio hay más de 90 mil hectáreas de islas fiscales.

Detectar en forma temprana los focos ígneos e identificar a los responsables no es una tarea sencilla. Como dijera el jueves el gobernador Gustavo Bordet, "estamos asistiendo a fenómenos naturales, más incendios intencionales, y trabajar en el territorio resulta complejo”. Fue en respuesta a los requerimientos del Juzgado Federal de Victoria, que solicitó el catastro y los lugares donde se ubicaron los focos ígneos.

Por otro lado, no se puede negar que Rosario y la zona de influencia está padeciendo la “invasión” de nubes de humo en la zona urbana que representan un problema grave, especialmente para la salud de la comunidad. Se suma como agravante un período de Niña (sequía) y la bajante del río.

Jurisdicción

El responsable de llevar adelante la investigación es el Juzgado Federal de nuestra ciudad, pero para poder llegar a los responsables necesariamente se debe plantear hipótesis y evaluar con los elementos que cuenta, para saber quién o quienes realizaron la quema en un sector.

La policía tiene distribuidas en los humedales de la mencionada jurisdicción 3 destacamentos policiales que prácticamente no disponen de medios para poder controlar con recorridas frecuentes, como se hace en zona urbana. No tienen forma de recorrer río o arroyos o desplazarse dentro del territorio. Se trata de 300 mil hectáreas, pensemos en su dimensión. En consecuencia es poco o nulo lo que pueden supervisar.

Los otros potenciales responsables son los ganaderos que históricamente quemaban en una época del año el pasto para facilitar el crecimiento del verdeo. Esto no se hace todos los meses y históricamente siempre se realiza al final de invierno, para que sea efectivo, a ningún ganadero se les puede ocurrir quemar el campo en verano o en meses de mucho frío. Los incendios están prohibidos Y, por otro lado, pastan en las islas 70 mil cabezas, que en la superficie antes mencionada representan, el 0,23 animales por hectárea. También cayó en la volteada el Intendente Maiocco, que no tiene hacienda en islas pero sí sus parientes, y desde Rosario lo responsabilizan por ser productor. Algo poco explicable.

También se hace referencia a emprendimientos inmobiliarios, que supuestamente generan estos espacios para montar estructuras destinadas a desarrollar sectores para el turismo, o para quienes aspiran a tener un rancho en contacto con la naturaleza. Pero estos emprendimientos existen en cercanía de la costa rosarina

No se pueden descartar los accidentes que generan los fuegos no apagados y refracciones de objetos (vidrios/ latas).

Lo otros factores que generan este fenómeno son los cazadores furtivos que llegan en lanchas con armas, cazan carpinchos con fines comerciales y en muchos casos son los responsables de las conocidas carneadas, que se facilitan por la falta de vigilancia en los campos con hacienda, donde habitualmente hay uno o dos peones. Este sector está sindicado como uno de los que mayor responsabilidad tienen cuando se producen incendios. En otro orden es un territorio excelente para la aventura muchos amantes de la naturaleza se trasladan en lanchas y se instalan con carpas a cazar y pescar. Que obviamente prenden fuegos.

Con qué se cuenta

Este fenómeno se produce dentro de la jurisdicción de la Justicia Federal y a las investigaciones las lleva a cabo el Fiscal Claudio Kishimoto, que cuenta con el auxilio de las fuerzas nacionales Suprefectura, la Policía Federal y Gendarmería.

Los Faros de Conservación por ahora son de Observación para detectar cambios de temperatura (léase incendios). Oportunamente, en nuestra ciudad, Soledad Cantero, jefa de Gabinete del Ministerio de Ambiente, junto a funcionarios de la cartera, firmó un comodato con el municipio donde instalarían los faros. Además explicó que tendrían personal, lanchas, vehículos rápidos, motos y una central informática con el auxilio de energía solar, pero hasta el momento no se observa nada de esto.

Aportan solamente algún dato georeferencial relacionado al lugar donde se detecta humo. Después, al trabajo lo llevan adelante los responsables del Manejo del Fuego y Bomberos, que no están para investigar sino que su tarea es combatir las llamas.

En ese mismo momento tendría que actuar la gendarmería, la suprefectura, inclusive la policía provincial, a la brevedad para identificar a las personas que están en ese sector o la vivienda más cercana. Para esto se debe disponer de medios que no existen. En zonas tan despobladas tampoco de dispone de testigos. “¿Cómo llega el fiscal y la fuerza pública en cuestión de horas para verificar el entorno del foco y la potencial presencia de personas involucradas”, plantean desde la justicia?

El Ministro de Ambiente, Juan Cabandié, llegó a Victoria esta semana y vino a exigir a la justicia que “meta presos” a los dueños de los campos. Maneja un presupuesto cercano a los 8 mil millones de pesos y no destina partidas para comprar motos acuáticas, lanchas, o disponer de dos o tres helicópteros que fueron lo que se prometió con los Faros de Conservación.

El Fiscal del Juzgado Federal de nuestra ciudad –de acuerdo a lo que pudimos averiguar– está radicado en Rosario, viaja en forma alternativa, trabaja y decide cuestiones esencialmente a través de Internet, dispone de dos o tres empleados y viene cuando es necesario, aunque según comentarios, con escasos medios se ha movido mucho. Hace lo que puede.

El Barrancoso es un brazo importante que cruzamos cuando nos trasladamos a Rosario y atraviesa la unión vial a mitad de distancia, corriendo en paralelo con el Río Paraná. Según Suprefectura, la mayoría de los incendios que se producen, se detectaron entre este arroyo y la costa rosarina y …solamente 2 o 3 se ubicaron desde este curso de agua hacia Victoria. Esto hace pensar que es poco lo que inciden los factores humanos desde nuestra provincia y de Victoria.

Ante esta realidad, encontrar culpables es complejo. Según consultas que hemos realizado a profesionales, no se puede imputar alegremente al titular de un lote o tenedores de hacienda en campos fiscales, si no se tienen evidencias sobre su responsabilidad en las quemas. Opinaron que lo que solicitó el Intendente de Rosario, Pablo Javkin, y en la misma línea el Ministro Cabandié, que encaró al Juez Martín con mucha vehemencia y a los gritos –como contaron allegados del funcionario nacional- que “meta preso a los dueños de los campos” no se puede hacer en forma sencilla sin respetar derechos. La sociedad demanda la búsqueda de responsables y terminar con los incendios, la política ha iniciado una carrera desesperada para encontrar la solución, pero enfrenta un espacio agreste de difícil abordaje que no puede resolver a corto plazo, que demanda una mayor inversión.

Camino de solución

Un millón de hectáreas, en el marco de un ecosistema complejo prácticamente inhabitado, no se puede manejar desde las provincias y la Nación. Habría que pensar en la creación de una estructura similar a la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande. Esta se conformaría con aportes de las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires y la Nación, para abocarse a generar un sistema de control más riguroso, con mayor infraestructura y medios de transporte especiales para recorrer humedales. Cada una de las partes dispone de presupuesto y personal, se cuenta con medios técnicos, satélites y fuerzas de seguridad. Para pensarlo.

(*) Periodista de Paralelo 32 Victoria

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