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Covid en Holanda: “Es notable la conducta cívica y el respeto a las medidas”, contó Daneri

El abogado especializado en derecho ambiental y dirigente ecologista de Paraná, Jorge Daneri, contó desde Ámsterdam como se vive la situación respecto del coronavirus en ese país.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Daneri contó que “desde que se llegó a la denominada meseta, la curva va en franca caída a nivel de contagios y de fallecimientos, y con una primavera con gran sequía y mucho calor, eso ayuda en términos de la enfermedad para que la curva siga bajando”.

Comentó que “se habilitaron y comenzaron a funcionar el martes los cafés, bares y restaurantes pero con un esquema muy estricto, muy rígido, con distancia de 1,50 metros y con separaciones plásticas transparentes y rígidas; y por ejemplo en un parque de Amsterdam donde la gente se puede tirar al agua marcaron círculos con un distanciamiento mayor, de unos tres o cuatro  metros entre cada círculo, donde la gente se puede juntar”.

En ese marco, destacó que en ese país “es notable la conducta cívica y social y el cumplimiento que hay en la gente” y como ejemplo mencionó: “Uno va caminando y al encontrar a otra persona de persona, se baja a la calle o a la ciclovía para pasar al 1,50 metro de distancia y con las bicicletas pasa lo mismo”.

Resaltó que “hay un respeto muy grande” y ahondó en ejemplos: “Hubo una manifestación muy importante, la más importante de la que participé en Amsterdam contra la política racista de Estados Unidos y de Europa, y habían marcado en toda la plaza el metro y medio con ‘X’ y allí uno se podía parar, y había tres o cuatro caminos armados para que la gente circule, y todos estábamos con barbijos”.

Agregó que “la gente joven respeta todo pero circula sin barbijo mientras que la gente en riesgo, de más de 65 a 70 años aproximadamente, circula con barbijos”.

En el contexto de una ciudad habituada al turismo, sostuvo que “la situación es impresionante porque no parece Amsterdam, la ciudad parece vacía, solamente ocupada o habitada por los propios ciudadanos, que son unos 700 u 800.000 habitantes de 177 nacionalidades que conviven en paz”. “Es impresionante esto de los pájaros y de todo tipo de aves y patos que se ven en los canales, que si ya era habitual por el saneamiento de los canales donde hay peces y había competencias de natación, ahora se nota más”, resaltó.

De todos modos, también planteó que “hay un parate económico a nivel turístico, se ve que los empleados están como mirándose entre sí en los locales porque no hay turistas y esto es muy delicado en términos económicos”.

Respecto del viaje, admitió que “esperaba un protocolo más estricto” y narró: “En Ezeiza apenas ingresamos se nos tomó la temperatura, hubo una representación de la Embajada de los Países Bajos excepcional, con un control muy estricto de todo y en la fila se respetaba la distancia y el uso del barbijo; ingresamos al avión con barbijo pero el avión iba lleno, y esa fue mi gran sorpresa”.

“Fue un vuelo directo de KLM, al lado viajé con una inglesa y un chico francés muy joven; cuando subimos ya nos habían dejado la comida y el agua en el asiento, todo el mundo debía estar con el barbijo colocado excepto al comer o beber. En los baños y si uno pedía había alcohol en gel a disposición, y en términos de salud nadie tuvo inconvenientes”, relató.

Agregó que “al llegar a Amsterdam hubo varios controles de pasaporte antes de llegar a migración, pero allá la gente respeta la distancia; en el tren también hubo una rigurosidad de entrar con barbijo y sentarse en los lugares marcados”.

Por último, marcó como llamativo que en Holanda “todo es diferente pero hay un debate político fascinante, la temática en debate en los medios es muy interesante y ni hablar en cuanto al rol y la función de la Unión Europea hacia adentro y hacia afuera”.

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