
"Nos da impotencia y dolor que no se respeten medidas tan sencillas como usar barbijo”, afirmó Oliva.
El intendente de Concepción del Uruguay, Martín Oliva, se refirió a la situación de la ciudad ante el aumento de contagios de Covid-19 que se vive en las últimas semanas y reiteró la necesidad de que la población extreme los cuidados.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Oliva refirió que “La Histórica tiene una característica y es que veníamos con un índice de duplicación que se calcula por su R (cuantos más casos hay día a día) que siempre estaba por debajo de 1 hasta noviembre, y después hubo un valor que está actualmente cercano a 1,2 y esa es la principal preocupación hoy”.
De todos modos, dijo que “Concepción del Uruguay tiene un sistema sanitario robusto entre su hospital y las dos clínicas privadas que prestan internación, más todo lo que tiene que ver con ALCEC, diálisis y el sistema de salud municipal, lo que eso hace que tengamos a la fecha preocupación sin estar ante un inminente colapso y trabajando día a día de manera mancomunada con todas las instituciones para prestar servicios”.
En ese marco, describió que “había etapas y planes, se llegó al plan de tener un centro de febriles solamente en la sala municipal que está para eso y para asistir a la guardia del hospital. Hoy cuando comenzaron todas las aperturas, nuestro R cambió de 1 a 1,2 y La Histórica estuvo al final del pico de casos. La apertura de noviembre y diciembre se acompaña en un cambio en la duplicación de casos, y esa es la situación que tiene Concepción del Uruguay hoy”.
Agregó que “hoy hay camas de asistencia en UTI que es la variable que interesa y a su vez la ciudad no es ajena al resto del país donde la contracción al cuidado y a las medidas esenciales como uso de barbijo, distanciamiento y no aglomeración, cuesta que se respeten sobre todo con una población donde la media de jóvenes es la que más se enferma”.
Respecto de lo que sucederá con el turismo y el verano, Oliva afirmó que “con todo el dolor del alma desde el municipio no hemos propiciado toda la oferta turística” y ejemplificó que hubo que desistir de la realización de la Fiesta de la Playa y el Carnaval.
“No pudimos promocionar las playas y las cualidades que tiene la ciudad, y hemos dejado de lado estas cosas porque la situación epidemiológica y sanitaria no es la adecuada, y respetamos que otras localidades puedan hacerlo. De todos modos hemos preparado las playas con un cupo de ingreso hasta determinada hora, por suerte la bajante del río nos da mayor extensión de las playas para mayor distanciamiento de las personas y Paso Vera, Pelay, Itapé e Isla del Puerto, así como las playas privadas como Cambacuá, aumentan su extensión y cada lugar tiene cupo”, indicó.
Detalló que “se utilizó la alternativa de Rosario donde se dispusieron de esferas marcadas con plástico, y así se hizo en Pelay, mientras que en la Isla del Puerto hay sombrillas que delimitan los espacios. El 8 de diciembre no se hizo apertura turística sino solo bendición del agua con un rezo por la comunidad, propiciando que nuestros vecinos o los que decidan venir de afuera puedan hacerlo, pero no lo hemos propiciado con la vehemencia de años anteriores”.
Sobre las demás actividades de recreación, el intendente dijo que “el cine está con condiciones de abrir porque lo permite el DNU, el auditorio para teatro está en refacción desde hace algunos meses y por eso no estamos propiciando eso tampoco en este verano”.
“Lo que proponemos es que tenemos aire libre en una playa enorme para ocupar con distancia y con responsabilidad social, hay bañeros capacitados en cuidados de Covid, voluntarios que son estudiantes de las licenciaturas en Gestión y Turismo de UADER contratados para que puedan marcar y preservar las distancias, y todo preparado para que la playa cumpla con el uso del barbijo, la distancia y la no aglomeración como forma de cuidar la menor contagiosidad”, explicitó.
Sobre la responsabilidad de la población, Oliva planteó que “los municipios no tenemos guardianes de la población, no hay forma de cuidar a todos y cada uno. El mayor número de contagios es de personas jóvenes. Hacemos bastante comunicación y por eso nos da impotencia y dolor que no se respeten medidas tan sencillas como usar barbijo”.
“Estamos ante nuestro pico de casos y tenemos preocupación pero tranquilidad de poder dar respuesta a la gente, de todos modos no hay forma de que controlemos a 80.000 personas; estoy cuestionándome si seguir con el control en el acceso a la ciudad que lleva gente y desgasta. Todo trabajo tiene una cuota de emocional y de sobrecarga. El sistema sanitario ve como hay vecinos que reclaman ciertas prestaciones, como un hisopado, cuando no ha tenido el cuidado que debían tener. Reivindico el trabajo que han hecho los profesionales de la salud y estoy convencido que el sistema sanitario merece la responsabilidad de la gente. Si lográsemos que la gente haga algo tan sencillo como usar un barbijo, mantenerse a distancia, estas fiestas de Navidad y fin de año van a signar lo que va a pasar en enero”, concluyó.