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“Maravilla” apunta a un campeón japonés por el título

Martínez logró una sólida victoria el viernes y, con dos peleas más, aspira a poder pelear por el título mundial.

El boxeador Sergio Maravilla Martínez retornó recientemente a los rings con victoria. En ese marco apostó a ir por más y pelear por el título mundial en su categoría. El apuntado es Ryota Murata, dueño del cinturón de peso mediano de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

El boxeador argentino Sergio Maravilla Martínez tuvo un retorno soñado el pasado viernes con una buena victoria frente al español José Fandiño, al que noqueó en el séptimo round. Pero eso no es todo para el pugilista, que ahora apunta a pelear por el título.

Según reconoció, entiende que si apunta al cinturón de la categoría mediano (a la que pertenece) es más accesible combatir con Ryota Murata, japonés dueño del título dentro de la AMB. “Por lo menos es más accesible que ‘Canelo’ (el mexicano Saúl Álvarez), (el kazajo Gennadiy) Golovkin,  (y los estadounidenses) Jermall Charlo o (Demetrius) Andrade, que tienen un súper nivel”, explicó.

En su diálogo con radio La Red, Martínez describió a quien desea que sea su rival por el campeonato mundial: “Es un peleador de un metro ochenta, largo, muy fuerte, con un potencial físico tremendo y que tiene un historial amateur muy extenso”.

Murata tiene 34 años y su primera llegada al título mundial fue en 2017, cuando venció al franco-camerunés Hassan N’Dam N’Jikam, en Tokio. Luego lo perdió ante el estadounidense Rob Brant en Nevada durante 2018, aunque logró recuperarlo en 2019 peleando contra el mismo norteamericano. Fue en Osaka, el 12 de julio.

Ryota Murata, campeón mediano de la Asociación Mundial de Boxeo desde 2019.

Además, aunque el Nipón es campeón olímpico en Londres 2012 y ostenta un récord profesional de 16 victorias, con 13 obtenidas por la vía rápida, y dos caídas, Maravilla entiende que cuenta con algunas debilidades: “Es un boxeador estático, sin sorpresa, carece de jab, no traba con amagues ni en dos tiempos, tampoco trabaja bien la contra, no sabe hacerlo en las cuerdas ni muy bien en defensa".

En el análisis final entiende que debe lograr sacar al japonés de su “territorio boxístico” y llevarlo a uno en el que deba pensar. “Los dos boxeadores que le ganaron fueron los que supieron moverse, encontrar la distancia y trabajar desde afuera. Hay que hacerle eso”, definió.

Volviendo al éxito en su retorno a los rings tras varios años, Martínez explicó: “Hice lo que necesitaba hacer. Mi rival (Fandiño) era lento, limitado y con poco traslado, pero tenía la mano pesada y debía tener cuidado. Entonces busqué convertirlo en un adversario mucho más lento para poder apaciguarlo y sorprenderlo con mi cambio de ritmo”.

“Me sentí situado, con los pensamientos en mi cabeza. Me preguntaba: '¿para qué voy a caminar más?, ¿para que me voy a mover más si ya está? Fandiño estaba conectando muy pocos golpes y yo sabía que en algún momento lo iba a derrumbar”, relató sobre el combate.

Luego valoró la paciencia que le permitió ganar la experiencia sobre el ring: “Era un combate a diez asaltos, nadie dice que tengo que noquear en el segundo para ser mejor boxeador. Hoy soy consciente de eso arriba del ring, algo que es muy difícil de conseguir y yo pude hacerlo”, manifestó.

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